Tomeu Maura
El lunes Biel Cerdà tenía prisa por abandonar Son Moix. Era cerca de medianoche y en un McDonald’s muy cercano al estadio le esperaba el entrenador del Rotlet Molinar, Jonathan Risueño, con quien compartió un menú rápido, de esos que no son demasiado sanos, pero que sirven para sacarle a uno de un apuro.
A ambos se les vio muy atareados. ¿De qué hablaron? ¿Qué extraña relación une al presidente del Mallorca con alguien que en su perfil de twitter se define como ex futbolista y «asesor futbolístico»?
El entorno de Serra Ferrer sospecha que Biel Cerdà está negociando por su cuenta, a espaldas del Consejo de Administración, el traspaso de Marco Asensio al Real Madrid.
Y sospecha también que Jonathan Risueño es quien está manteniendo contactos con el club blanco ¿en nombre del Mallorca? No sería la primera vez. Risueño intervino el año pasado en las ventas de Gio Dos Santos y Tomás Pina al Villarreal. Y se llevó la correspondiente comisión.
Sea lo que sea lo que está haciendo Cerdà con Risueño, si es que tiene alguna relación con el Mallorca, sucede sin que haya informado al Consejo, aunque eso no descarta a su nuevo aliado Utz Claassen, a quien en cualquier caso siempre necesitaría si pretendiera que el traspaso de Marco Asensio se aprobara. Sin el voto del alemán no hay nada que hacer. Así que…
Quien no sabe nada de la historia es Miquel Ángel Nadal. El director deportivo reconoció ayer a este periódico que «a mí nadie me ha trasladado ninguna oferta por Marco Asensio, ni del Real Madrid ni de otro club».
Una nueva mentira de Biel Cerdà, que el lunes dijo a los periodistas que Nadal estaba al corriente de las negociaciones. Por cierto, Risueño comentó ayer en twitter que hoy estaría en Madrid.
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