Situación límite para el Independiente Camp Redó. El equipo palmesano, todo un clásico del fútbol regional que ha llegado a militar en Tercera División y que actualmente juega en Regional Preferente, ha lanzado un SOS desesperado a los aficionados y vecinos, ya que el club de la popular barriada de General Riera, a mes y medio para que concluya el Campeonato se encuentra en una situación límite, ya que no dispone de liquidez para pagar ni la luz ni los arbitrajes de aquí al final de la temporada.

El conjunto amarillos está pendiente de la llegada de dos subvenciones que se retrasan, y el fútbol base ha sufrido un descalabro total en los últimos años, al ser el único campo de fútbol de la capital que no dispone de césped, ya sea natural o artificial.

El campo es propiedad de la UIB, y por eso el IME no ha podido afrontar la reforma del mismo, aunque ahora en periodo preelectoral todos los partidos políticos lo han prometido.

El Independiente llegó a tener 15 equipos y actualmente cuenta sólo con 8 que agrupan a cerca de 100 niños. Los futbolistas han emigrado a otros clubes que les ofrecen mejores condiciones de entrenamiento, a pesar de que su cuota anual es sólo de 250 euros, una de las más bajas de la isla.

El coordinador del club, Toni Server, reconoce que la situación «es límite». «No tenemos dinero para nada. Somos diez personas en la directiva y vamos a aportar 100 euros cada uno, pero esto no basta para nada.

Nuestro objetivo es tratar de acabar la temporada lo más dignamente posible, pero no va a ser sencillo porque tenemos muchos pagos pendientes».

En cuanto al equipo de Preferente, se encuentra último en la tabla y con una plantilla bajo mínimos. «Logramos formar una convocatoria de 15 futbolistas a duras penas, aunque confiamos en poder salvar la categoría», añadió Toni Server, que dice que espera que «la voluntad de los padres del fútbol base, los directivos, los aficionados y los vecinos no pueda servir para evitar el desastre».

 

Pedro Bonet para Fútbol Balear.