David Alba

Hay decisiones que son realmente complicadas. El portero jerezano Ángel Ramírez se fue hace algo más de un mes con destino Tarragona después de pasar varios años en las Pitiusas . “Aquí tengo vivienda y en las islas cada vez es más complicado tener un techo -lamenta el jugador-. En verano, cuando termina la temporada, es imposible alquilar”. Muchas cosas le pasaban por la cabeza a la hora de decidirse a cruzar el charquito. En las islas ha vivido lo mejor de su vida -aquí conoció a su mujer y nació su hija-, pero también momentos extremadamente difíciles que han tatuado sus recuerdos.

“En Ibiza nunca me faltó el trabajo -reconoce-, y es algo que se agradece por la estabilidad, pero me doy cuenta que necesito estar más con mi familia y tenerla lo más cerca posible”. Por eso, el que fuera guardameta del Isleño, San Rafael, Formentera y Sant Jordi debería tener una oferta prácticamente irrenunciable para seguir en las Pitusas. A día de hoy no ha recibido ninguna por parte de los clubes de las islas. Por otro lado, sí que está rehaciendo su vida futbolística en Tarragona, donde entrena en el Amposta de la Primera Catalana (Regional Preferente) y espera “otras cosas” de clubes de Tercera División. “No hay nada cerrado aún”, asegura.

Puede que Ángel no regrese a las islas deportivamente hablando, pero en su memoria siempre quedarán registrados los momentos vividos con los amigos que hizo, sobre todo. Y que fueron muchos. “Marcos, Carlos, Moreno, Titi, Diego Romero, Maikel, Pepe…”, enumera con nostalgia. Sin embargo, y sin desmerecer a los otros amigos, destaca a Esteban de las Heras: “Tengo mucho que agradecerle y me llego su gran amistad”. En cuanto a clubes, en su mochila siempre llevará al Formentera y al Sant Jordi, a los que agradece el gran trato humano que le dispensaron en su momento. ¡Suerte Ángel!.

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