El pasado Martes se rompió mi alma, esa fue mi sensación, casi siempre cuando no puedes hacer nada ante una inesperada situación te sientes frustrado, enojado, cabreado y decepcionado, agriamente desilusionado…
Cuando a un niño, le dices que tiene la oportunidad de formar parte, de unos de los Clubes mas grande de su ciudad, es algo que no a muchos les llega, que es lo que, sino a todos, a casi a todos, los hijos de vecino, les encantaría que les dijeran. Cuando practicas uno de los deportes mas maravilloso que existen, con tus amigos, en la calle, en el colegio, en el patio, en cualquier sitio, porque tu mejor amigo es tu balón.
Ese balón que te acompañan constantemente vayas donde vayas y en que tu próximo regalo volverá a ser un balón.
Cuando llama ese Club, el niño se vuelve invencible, se vuelve grande, es una sensación indescriptible para los que tenemos hijos, es la felicidad máxima, porque no hay más paz en tu interior que ver que tu hijo es inmensamente feliz.
Cuando el niño entra a formar parte de ese Club les inculcan sus valores, sus colores, su escudo y sobre todo que “SON MAS QUE UN CLUB SON UNA FAMILIA”. Les inculcan que tiene que sentir esos colores que tiene que sudar esa camiseta, porque son de los pocos privilegiados que han conseguido llegar, y que van a formar parte de UNA FAMILIA, UNA GRAN FAMILIA, que los van arropar, que los van a apoyar, que luchen, que se esfuercen, que se dejen la piel, que muerdan por esos colores que a partir de ahora son su insignia base.
Van creciendo y esos niños son inculcados con esos colores, ese escudo, esa familia ya forma parte de su pequeña vida, de sus amigos, de su colegio, de su entorno.
Y así durante un año, dos o incluso tres….o algunos pocos tiene la suerte hasta de cuatro o cinco… y luego que, una PATADA, son pocos los que continúan, son pocos los escogidos para llegar hasta una de las categorías reinas por así decirlo.
¿Porque? Así es, esa FAMILIA, esa GRAN FAMILIA, que te arropa, que te quiere y que te vende, al mejor postor en el momento propicio, se deshace de un niño, que ya tiene inculcados unos valores y unos colores, un escudo, un CLUB al que respeta y que de la noche a la mañana, a un niño de pocos años, con una simple llamada les dicen a sus padres..YA NO CONTAMOS CON EL.
Que le dices tu, como madre, como padre, a un niño que le han usado como un clínex, que ESA GRAN FAMILIA, lo ha dejado tirado como si fuera un trozo de desecho, como le dices a tu hijo que te dice constantemente que hecho mal y porque yo, que es que ya no les sirve, que muchas gracias por venir pero se tiene que ir, que esa fabrica de hacer niños frustrados esta en marcha y no para, que a partir de ahora ya no sienta esos colores que tendrá que vestir otra camiseta y otro escudo, que a partir de ahora ya no forma parte de esa FAMILIA, que se busque otra. Y que puede estar contento porque durante esos años a disfrutado de estar allí cosas que otros niños no ha podido….
No, no y no,, querido REIAL CLUB DEPORTIVO MALLORCA, yo no estoy contento como padre, madre, tía, tío, hermana o hermano, y como mi hijo NO te doy las Gracias por nada, no te doy las gracias por haberme llamado el primer día, no te doy las gracias por habértelo llevado dándole esperanzas que luego no has cumplido, no te doy las gracias por inculcarle unos valores que ni siquiera tu te los has creído, no te doy las gracias porque le has dejado tocar las nubes con los yemas de sus dedos y luego lo has bajado a golpes, no te doy las gracias porque has hecho que el deporte mas bonito del mundo para mi hijo se convierta en el mas odiado, dicen que la familia uno no la escoge y que le viene impuesta,,, pues en este caso nosotros la escogimos es verdad, y creímos en ella, y luego nos dimos cuenta que familia solo hay una, la que nunca, nunca te abandona.
La suya funciona realmente mal, créame si le digo que UNA FAMILIA como la suya no hace falta en este deporte, y no engañe a mas niños con las valores y la ética de un club al cual le importan bastante poco su cantera, lo que importa ante todo son los resultados, estos años me he podido ir dando de cuenta de muchas cosas ajenas a este deporte, podía entender que en categorías superiores pudiera pasar porque al fin y al cabo esto es una empresa, pero con niños, jugar con los niños …. “NO” ahí se equivoca, y créame que no hablo como el típico padre despechado, o como la típica madre que se cree tener un messi en su hijo. No, si mi hijo no esta en el ese club a lo mejor no lo merece, puede ser, puede ser que mi hijo no de la talla, puede ser, pero mi hijo no se compra ni se vende como si fuera un mueble, si mi hijo no vale no lo hubiera venido a buscar, mi hijo no los necesitaba, mi hijo el era feliz en su pequeño club, mi hijo era feliz sin su FAMILIA, y ahora ya no lo es.
Solo espero, que con esta carta, cuando vaya a buscar a esos niños piénselo dos veces para que así no le vuelva a pasar, para que no se vuelva a equivocar como con mi hijo.
Cuando vino a buscar a mi hijo, al hijo del vecino, y a todos eso niños que han tenido que pulular por la fabrica de su cantera, se equivoco, y piense que cada niño frustrado es un fracaso suyo, y que la cantera están para cuidarla no para ningunearla a beneficio de amigos, primos y demás bichos raros que pululan por allí.
Una madre despechada..
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