El pivote madrileño Daniel Claverías está muy agradecido al club peñista y no se arrepiente de haber recalado en él.

¿Quién es Dani Claverías y cómo llega a la isla?

Soy un chico de Madrid más humilde que nada. Estuve ocho años en la cantera del Rayo Vallecano. En cadetes decidieron no contar más conmigo y me fui al Moratalaz, en el que jugué un año. De ahí me fui a un equipo que se llama Juventud Madrid, en el que hice una buena temporada. La campaña siguiente me pasé a la Agrupación Unión Adarve, en la Liga Nacional juvenil. No me fueron mal las cosas y me quedé en el División de Honor juvenil. A la quinta o la sexta jornada me llamaron de la Peña –el año pasado– para el juvenil. Pensé que era una buena oportunidad para mí. Ahora estoy en el primer equipo peñista. En Madrid no estudiaba y era un gasto para mis padres. Por eso decidí venir aquí.

¿Cómo lleva lo de estar fuera de casa?

Cuando llegué a la isla mi padre estuvo los primeros cinco días conmigo, para ver dónde me iba a alojar. Luego se fue y me quedé solo. Al principio me costó muchísimo porque no conocía a nadie, pero cuando me eché un par de amigos fue todo rodado. Estoy muy contento en la isla y no me arrepiento de nada.

¿Cuándo y por qué decide ser futbolista?

Llevo jugando al fútbol desde pequeñito, desde los 6 o 7 años. No voy a parar nunca. No sabría explicar por qué elegí el fútbol, pero siempre lo he hecho bien en todos los deportes.

¿Con qué sueña en el mundo del fútbol?

En llegar lo más arriba posible, pero con trabajo y con humildad. Si no llego, pues nada.

Con solo 19 años recién cumplidos es ya uno más del primer equipo de la Peña Deportiva de Tercera. ¿Cómo se siente?

Soy un afortunado. No contaba con seguir en el club porque en la Liga Nacional juvenil no habíamos hecho una buena temporada. Pero Raúl [Casañ, el director deportivo de la entidad] ha confiado en mí y es algo que se lo agradezco mucho. Por ahora creo que va bien las cosas.

Además está usted disfrutando de minutos en el primer equipo, incluso siendo titular algunas veces. ¿Qué le parece?

Le estoy muy agradecido a Dani [Mori, el entrenador]. Al principio de temporada me dijo que si yo entrenaba y curraba iba a tener minutos. Lo está cumpliendo. Creo que estoy entrenando bien. Lo doy todo por entrenar y mejorar. Si me tiene que poner en algún partido yo me voy a entregar al máximo.

¿Cree que van a seguir contando con usted?

Si sigo entrenando como lo estoy haciendo y demostrando que puedo jugar perfectamente, creo que sí. Voy a aprovechar al máximo los minutos que me den. Además, pienso que lo estoy consiguiendo.

Mori llegó a decir que él no es lo suficientemente valiente para darle más protagonismo a usted, ya que es muy joven.

Dani Mori y Raúl Casañ han sido valientes apostando por mí. El entrenador sabe que mis mejores condiciones son en la parcela ofensiva y que en defensa me cuesta muchísimo. Me está dando los consejos para ser mejor. Estoy cogiendo los conceptos que pide.

¿Se ve capacitado para jugar con el equipo de Tercera?

Creo que sí estoy capacitado.

Últimamente está recibiendo muchos elogios de su entrenador. ¿Qué le parece todo esto?

Todo esto me pilla por sorpresa y estoy un poco abrumado. Para mí es nuevo que me nombren en los periódicos. Estoy muy feliz y muy contento.

El domingo, tras el partido frente al Formentera, Mori dijo que usted fue quien decidió ese encuentro. ¿Piensa igual?

No. No hice mucho. Solo recibí un balón en el medio del campo, me di la vuelta, me quedé solo tras la presión, seguí adelante y se la puse a Rafa [De las Heras], que después le pasó el balón a Winde para marcar el 2-1. Creo que solo es un pase a banda, pero no sé.

¿Siempre ha jugado de mediocentro?

De pequeño era muy rápido y jugaba de mediapunta o de delantero. Pero con el paso de los años perdí poco a poco esa velocidad.

Empezaron a retrasar mi posición y creo que ya me quedaré de mediocentro. Me siento muy cómodo aquí. Jugando de pivote lo más importante es no ponerse nervioso, porque si fallas un pase puede ser un problema. Soy un tío muy tranquilo y me dicen incluso que no tengo sangre. Pero cuando estás más tranquilo es cuando mejor te salen las cosas.

¿Su físico actual le condiciona el juego en un fútbol como el de Tercera División, de choque y de contacto?

Sí, pero depende de los partidos. Si nosotros jugamos al fútbol que estamos jugando creo que no tendré ningún problema. Luego hay que contar también con el rival, por si es un equipo fuerte que no apuesta por el juego más vistoso. Es algo que tengo asumido desde hace bastante tiempo, porque soy una persona delgada. Estoy comiendo bien y yendo al gimnasio. Voy poco a poco.

¿Cómo ve al equipo actualmente?

Está en un momento perfecto. Creo que la Copa Federación nos ha venido muy bien para coger confianza y competir mejor. Ahora mismo estamos creciendo y no nos para nadie.

¿Se puede ver aún una Peña Deportiva mejor?

Sí, creo que bastante mejor. Lo vamos a demostrar, ya lo verás.

¿Qué opciones tiene su equipo de ganar la fase autonómica de la Copa Federación, cuya vuelta de la final juegan hoy?

Llevamos un resultado difícil [en la ida hace una semana empataron a dos con el Atlético Baleares en Santa Eulària]. Además, hay gente lesionada. De todas formas, vamos a intentar sacar un buen marcador.

¿La Peña tiene plantilla para ser campeona de Liga?

Sí. Soy nuevo en la Liga y no conozco a todos los equipos. Pero viendo a mi conjunto y guiándome un poco con lo que pasó la temporada pasada, podemos ser campeones. Se han hecho muy buenos fichajes.

¿Y para subir a Segunda B?

Hay que ir paso a paso.

¿Quién es su máximo apoyo en el vestuario?

Creo que Torres [el portero]. Es el que más me habla y más me anima. Es un tío fantástico. Pero en general todos me aconsejan: Pau Pomar, Rubén Martínez, Pando… Aprendo de todos.

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