Merecida victoria blanquiazul en un encuentro con más intensidad que buen juego.
Se notó mejoría en la actitud de los de Siviero, aunque las condiciones del terreno de juego y las del equipo denotan contradicción. Tratar de elaborar fútbol en superficies más propicias para el full-contact se convierte en un problema a la hora de asegurar el resultado. Bien es cierto que el rival fue poco contundente en ataque, y lo poco que generó lo detuvo el gigantesco guardameta local.
Destacó sobremanera el empuje de Kike López, cuyo kilometraje y pundonor suponen un plus en la creación. Creer en lo que se hace siempre da ventajas.
Estuvo acertado el guardameta blanquiazul Pliquett, con algunas intervenciones de mérito aunque sin excesivo trabajo.
También llamó la atención Joan Vich, que cuajó una sobria actuación sin las estridencias de otras ocasiones. No le hizo falta enzarzarse en mil batallas para salir airoso.
No anduvo tan fino Malik en el otro lateral, aunque tampoco tuvo que exprimirse al máximo habida cuenta de las carencias del filial levantinista.
Por su parte el centro de la zaga estuvo expeditivo, sobre todo en el juego aéreo. Los descomunales saltos de Prieto se complementaban bien con el temple de Wiemann en el toque abajo. Algunos golpeos fueron al rival, pero se sacudieron el peligro de encima con presteza.
El tomate estaba en la zona ancha, donde el exceso de contacto invitó al colegiado a tomarle gusto a las amonestaciones –excesivas en mi opinión- en un encuentro que no generó violencia. Fullana y Thilo trabajaron bien, con penetraciones intensas hasta los tres cuartos y aperturas a las bandas. Kike López y Casares trabajaron a destajo. Mucho más intenso el primero de ellos, se erigió en protagonista del partido. No sólo sirvió dos tantos y anotó otro, sino que tiró de pundonor durante todo el encuentro y arrastró con su entusiasmo a los compañeros.
La nota negativa se la llevó la vanguardia blanquiazul. Tanto Chando, que abrió el marcador en el minuto cinco y buscó bregarse con varios rivales, como Rubén Jurado, quien también se empeñó con mucho oficio, anotó el tercero y mostró buenas maneras, abandonaron el encuentro con molestias. La participación de Jaime en la segunda mitad también aportó al encuentro su dosis de calidad, y tanto Lindberg como Carles Marc tuvieron una presencia testimonial.
El resultado final fue justo, y con este triunfo los de Gustavo Siviero se reincorporan al pelotón de cabeza, después de bastantes jornadas disputadas y muchísimo por pelear.
Lo que queda comienza en Alcoy, uno de esos parajes donde hay que demostrar de qué se ejerce en la competición y con qué propósito. Veremos…
Daniel Riera para Fútbol Balear.
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