Empezaremos la crónica del partido por la última jugada. Minuto 94, después de haberse dado 4' de descuento, Pere Dupuy, fruto del enorme trabajo y desgaste, en una pugna con un rival, cae al suelo lesionado. El RCD Espanyol, continúa esa jugada, con Pere tendido en el suelo, que acaba en un centro lejano que bloca Macià y, al seguir su compañero Pere en el suelo, lanza el esférico fuera de banda para que reciba asistencia o no, en función de lo que dictamine el colegiado. El conjunto local, que este pasado miércoles cumplía 115 años de historia, se olvida de sus orígenes, de sus valores y del espíritu deportivo, saca de banda con el tiempo cumplido para atacar y consigue el 2-1 que, para más inri, llega fuera del tiempo reglamentario y de descuento. Cabe destacar que, después del partido, su entrenador David Gallego, alega que desde el club, nombrando a la figura de Jordi Lardín, les prohíben tirar el balón fuera en caso de lesión. Hasta aquí correcto. Respetable o no. Pero correcto. Mejor si esa indicación se da antes del partido y no a 2h de su comienzo. Pero correcto. Lo curioso es que en la primera mitad con 0-0 en el marcador, hay una jugada a la inversa en la que, tras un choque entre Macià y Cristo, el punta local queda en el suelo y el guardameta visitante tira el balón fuera. Los locales sacan de banda y DEPORTIVAMENTE se lo devuelven al guardameta. Los integrantes del cuerpo técnico local, alegan, con el partido acabado, que la jugada es diferente y que se trata del último minuto... Las protestas de los visitantes, tras el partidazo que se marcaron, residen precisamente en que el RCD Espanyol no tiene porqué tirar el balón fuera, pero que si el que lo tira es el CD San Francisco, lo que sí deben hacer es DEVOLVÉRSELA al que lo poseía. Sea el minuto que sea y sea el resultado que sea. Fair Play.

Primera mitad en la que el equipo local tiene el balón, en zona de iniciación, jugando entre centrales y pivotes. Poco entran en juego combinando su punta y media punta, nada sus jugadores de banda. El CD San Francisco bien plantado, defiende con orden y seriedad. Ocasiones en esta primera mitad: la primera para los visitantes; mano a mano y vaselina de Navalón que saca el portero Edu con la yema de los dedos. Pata los locales; centro y tras rebote, rechaza Macià. Mano a mano de Rivas en el minuto 44 que saca espectacularmente Macià. 

Segunda mitad en la que el equipo local tiene los primeros 10' de asedio a la portería de Macià con un solo remate entre los tres palos que Macià despeja a córner cuando parecía imposible, pese a tener más presencia en campo rival y la supuesta superioridad y entidad del actual campeón de la categoría. A partir de ese momento y debido al paso adelante de los locales, cada buena defensa del CD San Francisco se ve recompensada con posesiones más largas y en campo rival gracias a que hay más espacios para combinar, y pese a no finalizar, da la sensación de que no pierde el control del partido. En una de esas acciones, Adri consigue el que seguramente es el mejor gol del campeonato hasta la fecha: se anticipa a su marca a pocos metros del área, avanza superando rivales, llega a campo rival y tras un último cambio de ritmo endiablado, desde 35m se la pica a un Edu muy inseguro, colándole el balón por la escuadra. 0-1 y 30' para defender la renta. A 15' del final, penalti riguroso para los locales que transforma rompiendo la bola Alex. Y al minuto de ese empate, se da una jugada, cuanto menos sorprendente: fuera de juego de un atacante del RCD Espanyol a 10m del área de Macià. Éste, coloca el balón, ve al portero rival Edu adelantado y golpea con una fuerza sobrehumana, enviando el balón al área rival. El esférico bota delante del inseguro portero local, le supera por encima y en su intento de salvar el desastre, toca el balón antes de que entre en la portería. El árbitro señala el centro del campo dando validez al gol, pero rectifica segundos después a instancias del asistente que, peor colocado al tratarse de un saque por sorpresa, anula el gol casi desde medio campo. Cuanto menos, curioso. A partir de ahí, los locales se olvidan de modelo y van a toda costa a por el partido jugando directo esperando el fallo de los visitantes que se muestran muy enteros.

En resumen, si no contamos el penalti ni la acción antideportiva, el vigente campeón del torneo, club de 115 años de historia y con una de las mejores canteras de España, tira a puerta en tres ocasiones por dos del CD San Francisco, si no contamos el "no gol" de Macià.

Pobre bagaje para un equipo que aspira a ganarlo todo y que en 94' no es capaz de batir a su rival al que triplica en puntos si no es de penalti o de forma antideportiva.