El fútbol es un mundo de lo más desigual. Mientras algunos equipos reciben muchos millones por derechos televisivos y pueden invertir cantidades estratosféricas para fichar jugadores, otros terminan entrando en concursos de acreedores o sufren descensos administrativos, como le pasó al Elche.
En este caso, el Huracán Valencia, conjunto que milita en 2ªB ha tenido que romper la hucha para pagar al árbitro que supervisó el partido contra el Reus. El equipo ya ha perdido dos puntos por impago a los colegiados y la deuda de hoy habría supuesto la expulsión de la competición. Para conseguir su objetivo ha tenido que recurrir a rifas y a la subasta de camisetas cedidas por el Levante y el Valencia, entre ellas una de Paco Alcácer.
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