Carta abierta a D. Ingo Volckmann, presidente del Club Deportivo Atlético Baleares.
Estimado señor:
Desde mi agradecimiento por su labor al frente del Club, y dando cuenta de sus innumerables esfuerzos económicos, personales y profesionales, desearía que tuviera a bien leer las siguientes líneas, en el bien entendido que se trata de modestas recomendaciones constructivas bajo la esperanza de no menoscabar su ilusión por un futuro futbolístico insular teñido de blanquiazul.
Seré claro: cabe la posibilidad de que Vd. sepa mucho de fútbol. En tal caso, no me queda más que recomendarle que siga adelante con sus decisiones hasta el final. Tendrá el apoyo total de la afición –estoy seguro- en su proyecto, con la esperanza de conseguir las metas que se proponga, y de que éstas sean compartidas con todos los seguidores.
También cabe, por el contrario, que sea Vd. consciente de sus carencias en el mundo balompédico, si fuere el caso. No sería ese ningún pecado, por supuesto. Su inteligencia en tal caso le haría rodearse de entendidos en la materia quienes, bajo una línea de trabajo seria y rigurosa, elaborarían con paciencia y tesón los pasos a seguir para desembocar en el éxito deportivo más pronto que tarde.
El problema surgiría cuando, no sabiendo realmente el funcionamiento del mundo futbolístico, creyera Vd. saber del tema y no pidiera auxilio a observadores, técnicos, asesores y un sinfín de colaboradores que lleven años pateando la categoría y conociendo los entresijos de la competición. En tal caso,.. ¿se repetiría la situación que llevó al Club a la situación en que se lo encontró Vd. a su llegada: desamparo por el agotamiento económico y desilusión de los anteriores mandatarios; dinero quemado a espuertas en fichajes de capricho sin compromiso sobre el césped?
Se podrá tachar mi opinión de oportunista: “tres derrotas y ya aparecen los críticos de siempre…”.
No lo creo por dos razones: en primer lugar, por la escasa trascendencia que opiniones como la mía pudieran tener ante su proyecto deportivo. ¡Vamos, sólo faltaría que unas cuantas opiniones socavaran sus anhelos. Entonces estaríamos ante un proyecto verdaderamente paupérrimo! Deseo sinceramente que interprete Vd. mis palabras como de ayuda en el intento de pergeñar entre todos un ángulo de visión más amplio respecto a la realidad que rodea su gestión al frente del club y que, en la medida de lo posible, se sienta ayudado en el intento de enmendar posibles discordancias entre cuánto y cómo gasta y los resultados que obtiene. En segundo lugar, oportunismo sería escribir algo semejante sin tiempo de reacción. Tiene Vd. tiempo y capacidad. Por lo tanto, tiene oportunidad.
Créame si le digo que no quiero verle en esa situación de agotamiento económico y anímico, sino que le emplazo a seguir adelante con ilusión, pero deseo que sea consciente de dos realidades:
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El mercado de fichajes no se rige por la ley de “duros a cuatro pesetas”. Créame: nadie regala nada, y el descubrimiento de “perlas” veteranas que han recorrido medio planeta futbolístico para acabar eclosionando deportivamente en el tramo final de su competitividad es rara avis. Conservar entre un 60 y 80 por ciento de la plantilla entre temporadas, e incorporar mejoras en las campañas sucesivas da mejor resultado y es más económico. Si Vd. observa la trayectoria de equipos que finalmente han conseguido triunfar, verá que no miento. Si Vd. opina que quien paga manda, y no hay asesoramiento que valga, puede obviar esta reseña y la siguiente.
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Ha incorporado Vd. al Club a un grandísimo del fútbol mundial en el puesto de entrenador. No voy a ir a lo fácil, y proponer una comparativa con su predecesor en cuanto a resultados. No se trata de eso. Christian Ziege tiene una visión estupenda del fútbol, pero…¿tiene las herramientas necesarias para poder aplicar sus criterios?
Tratar de salir jugando el esférico desde atrás sin rifarlo es estupendo como planteamiento futbolístico y demuestra un gusto exquisito. La pregunta es: ¿puede llevarse a cabo esta propuesta en una categoría donde impera el fútbol-fuerza, el terreno de juego suele ser de reducidas dimensiones y superficie artificial, y la labor de construcción es desarbolada con facilidad por la contundencia y el oportunismo de jugadores fuertes, potentes y efectivos en jugadas a la contra o a balón parado? Si no tienes la zona media del Barça, me temo que es complicado. El planteamiento de Ziege puede profesarse como religión de futuro, cuando se den las condiciones. Me sumo a ello encantado. Pero en el día a día, créame, rinden más dos delanteros de metro noventa y balones al área que una medular creativa.
Finalizo deseando que tome en consideración las observaciones anteriores con buen ánimo. No es más que el punto de vista de un aficionado que, si pudiera optar a la presidencia de lo que fuere, preferiría rodearse de críticos antes que de aduladores –¡no digo que sea el caso que nos ocupa, que quede claro!-.
Créame sr. Volckmann que le deseo lo mejor: muchos años al frente del Club y con los mayores éxitos deportivos. Le emplazo a la ilusión permanente y la mejora constante. Un saludo muy cordial.
Daniel Riera para Fútbol Balear.
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