Alineaciones:
RCDM-SF: Macià, Fuster, Fran, Pajuelo, Maldonado, Carrasco, Pau García, Alemu, Roberto, Alberto y Navalón. También jugaron: Salamanca, Plomer y Pau Llabrés.
Kickers Offenbach: Copik, Dogan, Sawaneh, Geller, Hiyama, Sentürk, Sommer, Schaub, Korzuschek, Kodraliu y Josic. También jugó: Freitag.
Goles: 1-0 Navalón min 7, 1-1 Korzuschek (penalti) min 12, 2-1 Maldonado min 26, 3-1 Navalón min 67, 3-2 Freitag (penalti) min 70, 3-3 Sawaneh min 71, 4-3 Navalón min 76 y 5-3 Plomer min 92.
Árbitro: Wangwei, asistido por Yanxu, Yangnan y Maimaitijiang.
Tarjetas: amarillas a Dogan, Sawaneh, Geller y Kodraliu.
Incidencias: Poca afluencia de público en un día nublado y un terreno en buen estado.
Comentario:
¡Campeones! Como era de esperar, los chicos de Carlos Muñoz supieron darle la importancia que merecía a esta situación única y aprovecharon el primer match ball que tuvieron para dejar sentenciado el torneo a falta de una jornada. Se repitió lo que viene siendo la tónica de este equipo en el campeonato: inicio vertiginoso, con mucha intensidad, presión, trabajo y ocasiones. La primera, cuando no se había cumplido el minuto 1 de juego en un libre indirecto desde dentro del área que la defensa alemana es capaz de despejar hasta en tres ocasiones los disparos de Maldonado Roberto y Navalón.
A los 7’, el hombre del partido, Xesc Navalón, definía a la perfección un pase milimétrico de su mejor socio, Alberto y ponía las cosas de cara para el conjunto bermellón. No obstante, 5 minutos después, el árbitro señalaba un “riguroso” penalti a favor de los alemanes, que no desperdiciaban el regalo, empatando el partido por mediación de su mejor hombre durante todo el choque, Korzuschek, pese a tocar Macià.
A partir de ese momento, llegan los mejores momentos (y únicos del partido), de juego, del conjunto alemán que tenía opciones de luchar por el campeonato, si ganaba el partido. En el minuto 18, los mismos protagonistas: Korzuschek y Macià, pero en esta ocasión, el meta le gana la partida al atacante sacando una buena mano a un peligroso disparo cruzado. Y un nuevo tiro del hombre más activo del conjunto bávaro, Korzuschek que volvía a detener Macià.
Superados esos 10 minutos, la máquina mallorquina se vuelve a engrasar y comienza a ser muy superior en campo rival, especialmente por la banda derecha con un Carrasco que desbordaba con facilidad. En una de las ocasiones, cede a Roberto que, sólo dentro del área pequeña, dispara alto. En el minuto 26, gran jugada colectiva, el balón le llega a Alemu que juega un pase sensacional a Navalón, que la deja pasar y deja sólo a la vez, a Maldonado ante el portero, batiéndolo por bajo. De ahí al descanso, mucho control del partido y dominio del juego para los jugadores mallorquines, desgastando a su rival con buenas circulaciones.
Tras el descanso, la consigna era clara: conseguir cerrar el partido lo antes posible con un tercer gol que pondría las cosas muy difíciles a los alemanes. Pajuelo con un remate de cabeza fuera tras una falta lateral y Carrasco con una internada y pase atrás por banda, anticipaban lo que ocurriría justo antes de cumplirse el minuto 65, con un nuevo gol de Navalón tras un rechace dentro del área. En la siguiente acción, Plomer tuvo el 4-1 en sus botas, pero su disparo, como el de Roberto en la primera mitad, se fue alto.
En el minuto 68 llega otra acción muy protestado por los bermellones cuando el árbitro vuelve a señalarles un penalti en contra. 4 penaltis en contra en los 2 últimos partidos, recordemos, ante el mejor equipo chino del torneo y el día que podían proclamarse campeones, como si quisieran que hubiera emoción hasta la última jornada… Lanzó Freitag magistralmente acortando distancias, 3-2. Y un minuto después, falta lateral, nuevamente dudosa, centro y Sawaneh empataba el partido, 3-3.
A punto estuvo de costarle el partido este minuto fatídico al equipo de Carlos Muñoz, ya que el desconcierto fue tal que los alemanes, en el minuto 70, tuvieron su ocasión más clara, nuevamente Freitag que, solo en el segundo palo, remató fuera el que podría haber sido el 3-4. Acto seguido, Navalón volvió a anotar su tercer gol, haciendo subir el 4-3 al marcador.
Los últimos 15 minutos fueron ocasión tras ocasión para los mallorquines, aprovechando el desgaste al que habían sometido a su rival, y que aprovecharon para asestar el golpe definitivo, tras un disparo que Plomer estrelló en el palo, otro de Pau Llabrés que sacó un defensa bajo palos y el gol final, en el minuto 92, obra de Plomer, que cerraba el partido y el campeonato.
Otra victoria, y ya van cuatro de cuatro en este torneo, nuevamente merecida, trabajada y celebrada como se merecer por el equipo mallorquín desplazado a tierras chinas.
Resta tan solo la última jornada, en la que el RCDM-SF se enfrentará al Guangdong, cerrando así su periplo por tierras asiáticas, esperamos que con un pleno de victorias y con las mismas buenas sensaciones que ha demostrado. Los chicos no solo han representado lo mejor posible al club que cumple 100 años de historia en unos meses, si no que se han ganado el cariño del pueblo chino y el respeto de sus rivales. No está nada mal en sólo 6 días.
RCDM-SF
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