Lucas Arteaga es un chaval de 7 años que, como otros miles niños españoles, disfruta cada fin de semana dándole a un balón de fútbol. En su caso, lo hace en el Ciudad Henares. Hasta ahí, todo normal. Lo inesperado sucedió hace un par de semanas, cuando una acción tan involuntaria como desafortunada le ha costado una sanción de cinco partidos que ni su sincero arrepentimiento le ha valido, de momento, para reducir.

Todo sucedió al término de un partido que los chavales del Ciudad Henares ganaron. Lucas, llevado de la alegría, lo celebró dándole un fuerte patadón a la pelota que, en su trayectoria descendente, le dio al colegiado del partido en la cabeza.

Este, ni corto ni perezoso, reflejó en el acta el hecho, calificándolo de agresión. Y el Comité correspondiente decidió castigar a Lucas, de sólo 7 años, con cinco partidos de suspensión.

Lucas, después de que las quejas y recursos de su club no han surtido efecto, decidió dirigirse directamente al colegiado para pedirle públicamente perdón y poder seguir haciendo lo que más le gusta en este mundo: jugar al fútbol.

Este es el contenido íntegro de la carta:

“Soy Lucas Arteaga, el jugador prebenjamín del Ciudad Henares que pusiste en el acta que te había pegado aposta con el balón en la cabeza. Lo único es pedirte que mandes una carta y me ayudes a que me quiten la sanción porque yo nunca quise tirarte el balón aposta a la cabeza, lo que hacía es celebrar con mis compañeros que habíamos ganado y sin querer te di, por miedo no te pedí perdón.

Si me puedes ayudar te lo agradezco, pero que sepas que nunca te quise dar con el balón aposta.

Ayúdame por favor.

Gracias y si te molestó el pelotazo perdona, pero no fue aposta.

Lucas”

Mundo Deportivo