Alineaciones:
España: De Gea, Juanfran, Ramos, Piqué, Alba, Busquets, Iniesta, Silva, Cesc(Thiago min.69), Nolito(Pedro min.81), Morata(Aduriz min.62).
Republica Checa: Čech, Kadeřábek, Sivok, Hubník, Limberský, Gebre Selassie(Šural min.86), Darida, Plašil, Krejčí, Rosický(Pavelha min.88), Necid(Lafata min.75)
Gol: 1-0 piqué min.86.
Árbitro: Szymon Marciniak (POL), asistido en bandas por Paweł Sokolnicki (POL) y Tomasz Listkiewicz (POL). Cuarto árbitro Aleksei Kulbakov (BLR).
Tarjetas: amarilla a Limberský por la República Checa
Comentario:
Al mando de Iniesta, que es el que más manda y así lo reconocieron los aficionados repitiendo su nombre, “¡Iniesta, Iniesta, Iniesta…!”, tras permitirse el manchego un lujo, tratando de superar al adelantado Cech, España se acomodó en el terreno en el último cuarto del primer tiempo, no sufrió sobresalto alguno y aunque machacada en los fueras de juego por el juez de tribuna, se fue al descanso comprensiblemente tranquila pues su superioridad iba a más, había disfrutado de media docena de acercamientos que aprovechar, pero no aprovechados y pendiente solo de dos cosas para la reanudación: mejorar el punto de mira y que Cech fuese menos Cech del Cech que todos habíamos visto y que conocemos. A segundos del final del primer tiempo, vimos, al fin, a De Gea, el hombre del pre partido y al que ni los dimes afectan ni debe ser supersticioso, parando un tirito lejano de un jugador checo. Sobre su fondo amarillo David lucía el “13”. ¿Qué habría dicho, Señor, Luis Aragonés de verlo ante semejante reto a la fortuna? Miedo da pensarlo.
La suma de las nuevas tecnologías al mundo del fútbol dejó bien claro lo que había sido la primera mitad. Empate sin goles, sí, pero 68 % de posesión de España. No convienen frivolidades ante esto de la posesión, no convienen. Una “delicatesen” de Iniesta al minuto de la reanudación, preludio de un par de graves situaciones de riesgo que los checos soportaron a trancas y barrancas, marcó el comienzo del segundo período. Abrumada por el magisterio de Andrés, la República Checa reculó hasta más allá de su medio campo, lo fió todo a la solvencia de su guardameta o a algún pelotazo tan largo como afortunado y vio como una avalancha se le venía encima. Con mucha de su pólvora mojada, es cierto, pero ventolera a la postre.
El “13” de España, de amarillo completo, de nombre David y de primer apellido De Gea, que había aparecido a poco del descanso, además de en la foto de salida, claro, volvió a hacerlo providencialmente en el lanzamiento de una falta a los 55’, peligro sobre el que avisó Del Bosque sobre la banda. David se estiró cuando vio salir el remate de la bota de Krecji y lo atajó con firmeza. Él estaba allí para demostrar que puede defender la titularidad, que parece haber nacido hoy, 13 de junio de 2016, en Toulouse.
En busca de algo más de punch, y aunque el de España siempre había estado en los pies de Morata hasta ese momento, Del Bosque sentó a Álvaro y metió en el campo a Aduriz, buscando más respuestas por abajo, y poco más tarde a Thiago, más ofensivo que Cesc. El primer cambio coincidió con una inesperada reacción de los checos y algún bajón en el centro, que notó España. No duró demasiado. A los 69’, Limbersky estuvo a punto de marcar en propia puerta. A los 72’, una larga jugada entre Iniesta, Aduriz y Silva la cerró el gran canario con un remate muy desviado. Una tijera fallida del ariete a punto estuvo de darle a España la ventaja que por superioridad abrumadora se merecía.
Pero la justicia llegó. Tarde, pero llegó. No pasa nada cuando eso sucede, tambores al viento. Y nació de pies de quien tenía que nacer, sin duda, clamorosamente el mejor jugador sobre el campo, el diminuto jugador de Fuentealbilla Andrés Iniesta, que después de un partido enorme y ya con síntomas de cansancio, se inventó desde la zona del interior izquierdo un centro primoroso, que espléndidamente cabeceó, echado hacia adelante como un “león”, Piqué. La angustiosa reacción checa permitió que viéramos otra vez a De Gea en plenitud y un hermoso gesto: Casillas fue el primero de los jugadores del banquillo en saltar al campo y aplaudir a sus compañeros.
España empezó bien. Y, señores, ya sabemos lo importante que es eso, de manera que aprovechémoslo.
Fotos de Carmelo Rubio.
sefutbol
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