Tomeu Maura

Con cinco goles en ocho jornadas, Abdón Prats está superando todas las expectactivas. Su promedio es tan brutal que en los últimos 55 años sólo encontramos dos ejemplos similares: el de Sampedro, que también marcó cinco goles en los ocho primeros partidos de la temporada 62-63, en Primera División, y el del serbio Goran Milojevic, autor de uno más, seis, en las ocho primeras fechas de la temporada 93-94, aunque uno de ellos fue de penalty.

Abdón está en unos números estratosféricos. Por ejemplo, mejores que los de Dani Güiza en la temporada 2007-08, en la que el jerezano fue pichichi de Primera División (a estas alturas llevaba cuatro goles), que los de Enrique Magdaleno en cualquiera de sus dos temporadas triunfales (85-86 y 86-87) o en cualquiera de las temporadas en las que Eto’o vistió la camiseta del Mallorca.

A Abdón no se le puede poner ni una sola pega. Es el gran goleador que durante tanto tiempo había estado buscando el Mallorca y, además, es un jugador totalmente identificado con el club. Sin duda su fichaje -y debo admitir que yo tenía mis dudas- está siendo uno de los grandes aciertos de la temporada.

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