Este Mallorca sigue batiendo récords jornada tras jornada, los números cantan por sí mismos, el juego más de lo mismo y la gestión del esquema a llevar a acabo en función del rival y de lo que pueden valer los puntos es otra asignatura que se alcanza con sobresaliente, por más que se pueda utilizar el tópico que todos los puntos valen igual.

La mañana de hoy se ha presentado soleada, con agradable temperatura, más propia de un final de verano que un mediado otoño, pero este Mallorca la ha aprovechado para proclamarse campeón de invierno.

Indiscutible el hecho de que la primera parte ha sido muy igualada, si así lo quieren ver desde el bando ilicitano, pero quizás no tengan en cuenta que este Mallorca ya no se dedica a gestionar los partidos, ya gestiona el campeonato como amo dueño y señor que del mismo se está mostrando. En circunstancias habituales el equipo que suele exponer más suele ser el equipo local pero, como decíamos, este equipo ya gestiona el campeonato y era muy consciente que el equipo visitante no se podía permitir esperar atrás en busca de un empate, cosa que le mantendría a 11 puntos, por lo cual era el Elche el que venía con urgencias y antes o después acabaría buscando el gol y dejaría espacios. Por lo cual el equipo barralet se ha limitado a mantener el control sin prisas, permitiendo un partido lento, sin ocasiones claras, más bien con ataques muy previsibles y siempre con ventajas para las defensas. Se lo podía permitir por lo comentado y se lo permite su afición por la credibilidad ganada a pulso, tanto por los jugadores como por el técnico. Todo ello nos llevó a un final de la primera parte con empate a cero.

Cabe señalar, aún así, que Bonilla, a los 37 minutos, estuvo a punto de marcar al lanzar una falta directa desde más de 5 metros fuera del área con un potentísimo disparo que puso en apuros al portero visitante a pesar de ir muy centrada. Así mismo Salva Sevilla estuvo a punto de marcar un gol que, posiblemente hubiera sido el de la jornada, lanzando casi desde el centro del campo al ver a Jose adelantado.

Nada más iniciarse la segunda mitad, minuto 47, gran asistencia de Salva Sevilla sobre abdon Prats que es objeto de penalti por parte de Tekio, el árbitro no dudó en señalarlo y a su vez mostró la tarjeta roja al jugador ilicitano, una tarjeta más que discutible ya que no figura en ninguna de las circunstancias que contempla el reglamento en este tipo de jugada, con mucho podría valer la amarilla. El penalti lo lanzó Lago Junior, consiguiendo el 1-0 de forma inapelable.

Si las circunstancias del campeonato obligaban al Elche a abrirse en busca del gol, las circunstancias del partido tras el gol las hacían más urgentes, así fue y así salió el Mallorca que supo esperar su momento para mostrar su mejor cara con fútbol rápido, vistoso y letal para sus contrarios. Cierto que con el plus del error arbitral de dejar a los alicantinos con un jugador menos. A los 55 minutos de de juego llegó el 2-0 ejecutado por Álex López tras finalizar perfectamente una gran pase de Bonilla.

El Elche parece querer pero no poder ante la avalancha de buen juego bermellón que ahora juega, gusta y parece que se gusta y se divierte. A los 60 minutos otra gran triangulación entre Bonilla, Lago y Álex acaba con un disparo raso de éste que se estrella en la base del poste. A los 74 más de los mismo, en este caso fueron Pol, Joan Sastre y el remate de Álex los que arrancaron los aplausos del público. Por cierto mención especial para Joan Sastre, una vez más se hizo la banda suya y está demostrando un estado de forma espectacular, que parece hacerle atreverse con todo.

Gran partido, gestión inteligente y resultado corto.