«Si un equipo ya adscrito de antes a una división o categoría por haberla mantenido en razón a la puntuación obtenida en el campeonato anterior, renunciase a participar en el próximo, se le incorporará a la inmediatamente inferior y, de producirse idéntica renuncia a participar en ella, a la siguiente, y así sucesivamente. En el supuesto de que finalmente participase en alguna, no podrá ascender a la superior hasta transcurrida una temporada. La RFEF determinará la vacante o vacantes en las respectivas división o divisiones en que se produzcan con sujeción a los principios generales contenidos en el ordenamiento deportivo, que no son otros sino el mejor derecho del equipo de la categoría inferior que con mayor puntuación no hubiere obtenido el ascenso y, en su caso, el de territorialidad», asegura este artículo federativo.

En la entidad de Vila aseguran que el criterio de territorialidad es secundario en este caso, por lo que se aferran a la vía deportiva, que les llevó a quedar apeados por el Atlético Levante en la tercera y última ronda del ‘play-off’ de ascenso a Segunda B en una dramática tanda de penaltis. De los nueve equipos que llegaron a esta ronda definitiva y fueron eliminados (además de los ibicencos el Socuéllamos, el Villarrobledo, el San Fernando, el Cádiz B, el Orihuela, el Yeclano Deportivo, el Compostela y el Portugalete), los isleños son los que mejor puntuación tienen de todos ellos (101, con 88 cosechados en la Liga y 13 en el ‘play-off’) y, además, son los únicos que fueron apeados en los penaltis. Sin embargo, la temporada pasada la Peña Deportiva subió a la categoría de bronce en los despachos, ocupando la plaza del Mallorca B y atendiendo al criterio de territorialidad.