La plantilla del Palma Futsal comparte un almuerzo con el presidente y todos los integrantes del club en el tradicional encuentro veraniego de cada año. El club busca la cohesión del grupo con actividades de ocio fuera de la pista como complemento a una dura pretemporada de trabajo físico.

La plantilla del Palma Futsal trabaja a destajo desde que comenzó la pretemporada el pasado lunes. Los jugadores entrenan mañana y tarde con poco tiempo para el descanso y el ocio. No hay tiempo que perder y Antonio Vadillo quiere que sus jugadores estén en plena forma y con los conceptos claros para empezar la temporada oficial a mediados de septiembre. En dos semanas llegarán los primeros partidos amistosos y el técnico quiere que la plantilla los aproveche al máximo como banco de pruebas para conseguir una maquinaria que funcione casi a la perfección para la primera jornada liguera en Zaragoza. La pista de Son Moix y el gimnasio se han convertido en un centro de alto rendimiento en el que los jugadores sudan de lo lindo en esta pretemporada. El Palma fue el primer equipo en volver al trabajo y quiere ganar tiempo con la puesta a punto del equipo.

Más allá de los términos puramente deportivos, el Palma Futsal organiza actividades para fomentar la cohesión del grupo y este jueves ha tenido lugar el tradicional almuerzo veraniego con el que el presidente del Palma Futsal, Miquel Jaume, abre las puertas de su casa a la plantilla para invitarles a una barbacoa y hacer piña con los nuevos refuerzos. Entre chapuzones y chuletas, los jugadores han compartido un día en equipo de una forma diferente y divertida tras sufrir en el entrenamiento matinal. Con este tipo de actividades, el club busca reafirmar los lazos con todos los integrantes de la plantilla, facilitar la adaptación de los nuevos compartiendo experiencias fuera de la pista y conseguir así un grupo unido de cara a otra temporada que se avecina muy exigente.

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