Alineaciones:
Real Zaragoza: Azón, Francés, Escuín (Marvin, min.73), Javi Hernández, Álvaro Martín, Francho, Jaime, Castillo (Puche, min.68), Jesús Jiménez, Alastuey (Andreu, min.76) y Benedet.
Penya Arrabal: Álvaro, Osorio, Moreno, Pablo, Nicolás, Mayol, López (Jordi, min.91), Soler, Turmo (Diego Torres, min.84), Nicanor (Isaac, min.61) y Mario (Sampol, 87).
Árbitro: David Ferrer Collado asistido en bandas por Alvaro Granel Peiro y Braian Johnson Teixera Ruiz.
Tarjetas: Amarillas para los locales Jesús Jiménez min. 58 y Mario Benedet min.72 y al visitante Álvaro palomino min.24.
Comentario:
Primer tropiezo en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza, que no pudo pasar del empate inicial sin goles ante el equipo balear de la Penya Arrabal. Segundo empate consecutivo para los pupilos de Iván Martínez que no pudieron superar a un conjunto peñista que se defendió con orden. Las mejores ocasiones fueron zaragocistas, pero no hubo fortuna en la suerte suprema, y la falta de gol, terminó estableciendo que todo terminase como empezó.
Inicio de la primera parte esperanzador. Puesta en escena en el terreno, más que óptima, imprimiendo un ritmo alto de pelota para desgastar al rival. Las ocasiones se hicieron de rogar, y hasta el minuto 25, no se presenció ninguna de claridad. Fue en un balón largo a la espalda de la defensa mallorquina, en el que Jaime se queda solo ante el cancerbero Álvaro, pero golpea inocente, a sus manos.
Las intenciones de la Penya Arrabal estaban claras. El empate era un tesoro para ellos, y como muestra, en el minuto 28, Álvaro veía cartulina amarilla por perder tiempo. Tuvo la oportunidad Jaime de resarcirse de su anterior error, en una pelota que quedó botando dentro del área, pero no acertó a la hora de golpear, y la jugada concluyó en nada. Posteriormente, y casi en la última jugada de la primera mitad, Benedet sacó un buen golpeo desde la frontal, que el portero mete la mano y el balón se marcho al triángulo de esquina.
La segunda mitad también fue de claro dominio zaragocista y las ocasiones se multiplicaban, pero se estaba en uno de esos días, en los que no hay manera que entre el balón.
Hubo un cambio de sistema, asumiendo más riesgos y quedándose únicamente con tres defensores. La victoria se rondó en las botas de Jesús Jiménez, primero en un disparo que se topó con el palo y otra oportunidad que salió a corner despejada por la defensa casi en la línea de gol.
Ya en el tramo final, Benedet remató en el área pequeña uno de tantos balones colgados, atajando el cancerbero.
heraldo.es
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