Por fin alguien que no comulga con la filosofía Simeone. Se acabó con la dichosa frasecita del ir ´partido a partido´. «El objetivo es alcanzar 50 puntos, ahí estará el ascenso a Primera B y ahí tenemos la obligación de estar». Quien habla, sin amedrentarse, es el técnico del Collerense, Biel Pons. Ambicioso, exigente y calculador, reconoce que este mismo mensaje es el que ha trasladado a su vestuario. «Este año es el año», admite sin balbuceos.
La de esta temporada en la Segunda femenina es una campaña atípica. La Federación ha creado una nueva competición que entrará en vigor el próximo año. La Primera B establecerá dos grupos (zona norte y sur) de 16 equipos cada uno. Con dicho cambio se pretende potenciar el fútbol femenino y atraer patrocinadores. Quedar entre los cuatro primeros equipos de su grupo es el objetivo de ´las jabatas´.
«El problema es que de los catorce equipos que conforman nuestro grupo, doce dicen que van a subir y la realidad es que solo pueden hacerlo cuatro. Quedar quinto o sexto esta temporada será sinónimo de bajar una categoría y eso es algo que no se nos pasa por la cabeza», sostiene Pons.
«La creación de esta Primera B es algo muy positivo para el fútbol femenino. Tiene toda la pinta de que va a haber algún patrocinador que se meta y eso, evidentemente, es un empujón para este deporte. A nivel deportivo es un reto para nosotras. Abandonaríamos el grupo de Cataluña para poder enfrentarnos con equipos de toda España. Es un reto ambicioso para el vestuario», asegura Pili Espadas, experimentada en defender el escudo del Collerense por la península.
La sección femenina del conjunto palmesano nació en 1999. El Collerense fue progresando y en la temporada 2008/09, una década después de su creación, logró el ascenso a Primera. Durante siete años militó en la máxima categoría, pero la falta de ayudas y la marcha de varias de sus jugadoras propició su descenso en el año 2016. En las dos últimas temporadas ha luchado en la división de plata con un grupo demasiado joven e inexperto.
«Hemos empezado la temporada con tres victorias y un empate. El grupo ha madurado y lo hemos redondeado con buenos fichajes. Mantenemos el mismo bloque, con gente joven, pero con un año más de experiencia, todo se nota», asegura su capitana.
Cuando se les cuestiona por el nuevo proyecto por el que ha apostado el Atlético Baleares (la creación de una sección femenina), el técnico y la capitana del Collerense tuercen el gesto. «Da rabia, ¿qué quieres que te diga?», reconoce Pili. «Me duele la bola que se le está dando de repente. Hay muchas canteras en esta isla luchando por el fútbol femenino y ahora parece que todo el mérito es de ellos. Conseguirán estar en la categoría que quieran y me alegro, pero ¿qué valor tiene ese equipo?», se pregunta.
En la actualidad el Collerense cuenta con 250 fichas, 60 de ellas femeninas, 17 equipos, tres de ellos de chicas, y un campo casi impracticable para hacer lo que más les gusta. Cata Coll, vigente subcampeona del Mundial sub´20, defiende la portería del conjunto femenino. Es uno de los estandartes de un equipo lleno de sueños y muchas obligaciones.
Diario de Mallorca
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