La generación de jugadores del 2000 ya es historia del fútbol español. Han logrado lo que nunca antes nadie había hecho en España, proclamarse Campeones de Europa en categoría Sub-17 (hace dos años en Croacia) y ahora Sub-19.  en Armenia. Un grupo de jugadores que son una verdadera familia, y así lo sienten ellos y así lo percibenlos que están a su alrededor. Una generación única con refuerzos de lujo del 2001 como Bryan Gil o Eric Garcia.

Ya lo habían avisado en la previa los dos entrenadores, en una final no hay favoritos y el partido será muy igualado. Y eso fue lo que sucedió en los primeros minutos hasta que España fue inclinando la balanza y tuvo la primera oportunidad con una jugada individual de Bryan Gil que ganó línea de fondo para asistir a Abel y cuyo remate en el primer palo despejó la zaga portuguesa. La siguiente ocasión fue para Moha con un disparo desde la frontal del área que salió muy centrado.

Pasado el ecuador de la primera parte, España se había adueñado del centro del campo con un Antonio Blanco omnipresente. Y llegó una nueva oportunidad con Abel jugando de espaldas y asistiendo a la llegada de Sergio Gómez que remató a bocajarro sin fortuna. Mientras, Portugal pensaba más en defender y sólo creaba peligro a balón parado. Y el gol llegó después de una jugada donde se mezcló pillería, por sacar rápido una falta, calidad, la que destiló en el regate de Bryan Gil,  y el oportunismo y la clase en el remate de volea de Ferran Torres.  Hasta el descanso Portugal tuvo algo más de protagonismo, pero sin poner en peligro la portería de Arnau Tenas.

Portugal salió más decidida la segunda parte a buscar la portería de España y consiguió dominar más la pelota obligando a Arnau a intervenir con acierto en un par de ocasiones. Pero en la primera contra España volvió a golpear con una jugada espectacular de Sergio Gómez, Miranda y otra vez Ferran Torres que fusiló la portería portuguesa.

Portugal trató de reaccionar pero ahí apareció la figura de Arnau Tenas bajo los palos de España para evitar que el combinado luso recortara distancias. A partir del 0-2 el partido fue menos vistoso y aunque Portugal trataba de general peligro, el equipo de Santi Denia no perdió su sitio en el campo en ningún momento y sus contras cada vez eran más peligrosas. El marcador pudo ser más abultado, pero ya daba lo mismo. El resulltado final: Campeones de Europa y un nuevo éxito del fútbol español.