Elena García/

Si el pasado fin de semana era el Collerense quien se estrenaba en el afilado Reto Iberdrola, este domingo llega el turno del Son Sardina, el Atlético Baleares y el Mallorca Toppfotball. El trío de equipos mallorquines debuta hoy en la tercera categoría nacional, una liga que aterriza cargada de sorpresas y «muy igualada».

Acomodadas en un Grupo III, repleto de históricos clubes, alguna que otra cara nueva y un filial, las tres capitanas de los citados conjuntos isleños -Tere Mayol (Sóller, 1992), Marga Fullana (Algaida, 1992) e Ylva Svendsen (Bergen, 1997)- analizan junto a DIARIO de MALLORCA el complicado desafío que se les presenta por delante.

«Tenemos muchas ganas de que esto empiece. Llevamos mes y medio de pretemporada y creo que se ha hecho muy buen trabajo», reconoce Tere Mayol, guardameta del Son Sardina, sobre el encuentro que afrontan este mediodía ante el Levante Las Planas. El equipo que dirige Guillem Amer cumple ya su sexta temporada consecutiva en la Liga Nacional, asentadas como una de las canteras de fútbol femenino más potentes de la isla.

«El equipo ha sufrido alguna que otra baja, pero seguimos manteniendo el bloque del pasado curso y seguimos tirando de una cantera que viene pisando fuerte. Se ha firmado algún que otro refuerzo importante, jugadoras con experiencia que aportan un plus de calidad, pero no somos las únicas en la categoría que se han fortalecido. Sabemos que será un año complicado, pero empezamos con muchísimas ganas», reconoce la futbolista de Sóller.

El grupo donde juegan los conjuntos isleños arranca sin los cinco grandes (Zaragoza, Seagull, Barça B, AEM y Collerense) que lograron el ascenso a RETO Iberdrola(Segunda RFEF) el curso pasado. Catorce equipos pelearán por ser campeón y jugar la fase de ascenso al Reto Iberdrola. Por abajo, hasta tres conjuntos descenderán a Autonómica, una circunstancia que todos quieren evitar a toda costa.

El desafío arranca hoy también para el Mallorca Toppfotball, equipo noruego arraigado en Alcúdia y salpicado por jugadoras mallorquinas de la zona. El conjunto que dirige Leif Tsolis nació en 2016 y este curso aborda su segunda temporada en Liga Nacional. El Toppfotball es una academia profesional. Las escandinavas pasan en la isla unos nueve meses, tiempo que aprovechan para formarse, entrenar y crecer como futbolistas. Su vida gira alrededor de la pelota.

La temporada pasada no fue precisamente sencilla para el conjunto noruego, que solo pudo imponerse en dos encuentros a lo largo del curso. «Sufrimos mucho, era un nivel muy alto para nosotras y somos conscientes de que nadie nos va a regalar nada esta temporada, pero me da la impresión de que podemos dar la sorpresa», asevera Ylva Svendsen, capitana del conjunto mallorquín, quien suma ya tres años viviendo en la isla. «Debutamos ante el Pallejà en el primer partido. El último encuentro que jugamos ante ellas perdimos por 5-1, pero ahora nos conocemos mejor y esperamos estar preparadas mentalmente para afrontar con garantías el encuentro», reconoce esperanzada.

El Atlético Baleares es el último en llegar. Javi Herreros sigue al frente, un año más, de uno de los proyectos de fútbol femenino más ambicioso de la isla. El conjunto blanquiazul, capitaneado por Marga Fullana, mantiene el mismo bloque de Regional en el año de su fundación, pero también se ha reforzado con futbolistas aterrizadas de la península.

«La temporada se presenta bien. Tenemos un equipo joven, ambicioso y nos morimos de ganas de empezar ya», descubre la futbolista de Algaida, quien este mediodía debuta en Son Malferit ante el Sant Gabriel. «El equipo se ha reforzado bien, con jugadoras con experiencia en Segunda que creo que nos podrán aportar cosas positivas a lo largo de la temporada, aunque creo que el aspecto más importante es la creación de un filial sub’23. En un futuro será una fuente de jugadoras de donde podrá nutrirse el primer equipo, es un proyecto muy importante para el club, que vuelve a mostrar máxima confianza en este apartado», señala Fullana.

Sin imponerse objetivos imposibles, los tres equipos mallorquines de la Liga Nacional afrontan el curso con la esperanza «de mantener la categoría, asentarse y coger un nombre». Ninguno se atreve tampoco a descartar el ascenso. Va con sus principios.

Diario de Mallorca