Alineaciones:
-Palma Futsal: Nico Sarmiento, Lolo, Joao, Rafa López y Ximbinha. También jugaron Tomaz, Catela, Hamza, Raúl Campos, Diego Nunes y Joaki.
-Servigroup Peñíscola: Molina, Xavi Cols, Raúl Gómez, Á. Claudino y Paniagua. También jugaron R. Orzáez, Tuli, Isi, Hugo y Miguel Fernández.
-Goles: 0-1 Miguel Fernández (min. 22); 1-1 Catela (min. 36); 2-1 Tomaz (min. 40).
-Árbitros: Centeno Bono y Centeno Bono. Mostraron tarjeta amarilla a los locales C. Barrón, Diego Nunes y Catela y a los visitantes Isi, R. Orzáez, Hugo, Tuli, Á. Claudino y Molina.
-Pabellón: Palau Municipal d’Esports de Son Moix, Palma. 3600 espectadores. Partido correspondiente a la quinta jornada de la Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala.
Comentario:
Tomaz marcó el gol de la victoria y alcanzó el éxtasis con un gol que se resistió durante todo el partido pese a que los mallorquines tuvieron una enorme cantidad de ocasiones. Remontaron el gol de Miguel Fernández en los últimos minutos en una demostración de coraje y casta. Molina, los palos y la falta de puntería llevaron a los de Vadillo a sufrir otro día más hasta el final.
De infarto. El partido de Son Moix fue no apto para aficionados con problemas de corazón. Un encuentro que el Palma Futsal pudo ganar con holgura y con mayor tranquilidad acabó resolviéndose en los cinco minutos finales por la falta de puntería de los mallorquines, que gozaron de numerosas ocasiones como para no sufrir. Molina, los palos y la falta de puntería llevaron al límite a los palmesanos ante una afición que mostraba la impotencia que provoca el deporte cuando eres muy superior pero no hay forma de marcar. Miguel Fernández sacó petróleo y obligó a una remontada final para otro final memorable. Catela y Tomaz provocaron la locura en el coliseo balear al firmar el 1-2 a catorce segundos del final del partido.
No era un partido sencillo porque la presión estaba del lado balear. La necesidad de ganar y, sobre todo, en casa, donde el equipo tiene que recuperar los puntos que se ha dejado en el camino y hacer buenos los que consigue fuera. Y ganar pasaba por saldar la cuenta con el gol. Los primeros compases trascurrieron con el guion previsto. El Palma Futsal se hizo con la posesión. El rival cedió el balón y la iniciativa a los locales para que fueran ellos los que propusieran y arriesgaran a la espera de cazar una buena contra para crear peligro. Tras los primeros minutos de tanteo y de ubicarse en la pista llegaron los primeros golpes. La clave iba a estar en la eficacia. Las ocasiones comenzaron a llegar a base de buenas combinaciones y pases filtrados que conseguían superar el entramado defensivo del rival. Hamza tuvo la primera ocasión clara del partido tras una jugada trenzada por Catela y Tomaz pero el disparo del internacional marroquí se fue pegado al palo. Servigroup Peñíscola apenas incomodaba en ataque salvo cuando conseguía robar en una salida de balón del rival y se lanzaba al ataque. Nico fue un seguro bajo palos en las contadas ocasiones en las que se acercaron a su área. El Palma tuvo más y mejores ocasiones en el primer episodio del partido. Rafa López gozó de una doble ocasión que desbarató Molina. El meta fue el mejor de su equipo otra vez. En otras ocasiones, faltó precisión en el ataque. La acción de la noche fue obra de Raúl Campos con una gran jugada personal que acabó superando la oposición rival y mandando el esférico al palo izquierdo de la portería valenciana. El gran problema de los palmesanos en este arranque de temporada es la falta de puntería y el acierto en los metros finales, un mal que les ha costado puntos y sufrimiento y que no premia su juego.
De hecho, se repitió la historia de casi todas las jornadas anteriores. Nada más comenzar la segunda parte, Servigroup Peñíscola sorprendió a la defensa local y marcó el primer tanto del partido en un certero remate de Miguel Fernández. Otra vez tocaba jugar a contracorriente y remontar el partido para sacar un buen resultado. Mati Rosa se subía a la silla de la grada de la impotencia de no poder ayudar al equipo. Igual que Eloy Rojas, que no se sentó en el banquillo porque se decidió no forzar. Y, entre los dos, Diego Quintela, que sigue con muletas todavía. Es la estampa que tenía el Palma Futsal en la grada y que le priva de una importante cantidad de talento. Los tres animaban al equipo desde su localidad. Claudino tuvo el segundo para los visitantes pero Nico Sarmiento hizo una de las paradas de la noche. El Palma se volcó al ataque, no quedaba otra. Raúl Campos lo intentó en varias ocasiones con jugadas personales y Catela lanzó una volea que mandó pegada a la escuadra. Por la derecha, por la izquierda, desde cualquier ángulo buscó la fortuna el equipo balear sin éxito. Incluso, en acciones muy claras como un pase horizontal de Joao para empujar a gol y que no pudo rematar Lolo. Tomaz lo intentó de lejos, otros de cerca pero entre Molina, los rivales y la falta de puntería no había forma de igualar el partido pese a que las ocasiones eran constantes y Nico Sarmiento se había convertido en un espectador más.
Los minutos pasaban y entraba el nerviosismo en la grada al ver que se podía escapar el segundo partido de la temporada en casa. En la pista, los jugadores no perdían la paciencia. Joaki tuvo un disparo a bocajarro que salvó Molina, que paró una gran cantidad de remates del rival. Ambos equipos alcanzaron la quinta falta con poco más de cinco minutos para el final. Le costó un mundo al Palma Futsal marcar pero lo consiguió en una jugada que inició Nico Sarmiento y que Catela tocó para meter el tanto del empate y subir los decibelios de la grada que se liberó de la impotencia contenida hasta el momento. Apenas cuatro minutos por delante para ganar el partido. Máxima emoción hasta el final. Ambos equipos apostaron por jugar con portero-jugador en los minutos finales. Vadillo no se conformaba con el empate en casa. Xavi Cols tuvo el gol para los visitantes en una de las jugadas que no finalizó el Palma. Todo estaba abierto. Lolo tuvo el gol a falta de minuto y medio pero cuando había conseguido superar a Molina el larguero evitó el gol del triunfo. El fútbol sala no podía ser tan injusto. Y no lo fue. Cuando todo parecía condenado al empate llegó el final soñado, el colofón perfecto. Y el más justo. Tomaz enganchó el balón desde la frontal y marcó el gol de la victoria a catorce segundos del final. El éxtasis y la locura se adueñó de la pista y la grada en otra demostración de garra y coraje y de no dar nada por perdido hasta que sea imposible. El público llevó en volandas al equipo hasta la remontada.
El Palma Futsal firmó su segunda victoria del curso y que le permite coger aire tras las dos primeras derrotas. Encadena tres encuentros seguidos puntuando antes de visitar el próximo domingo el Palau Blaugrana para enfrentarse al Barça.
Gran jornada solidaria con la lucha contra el cáncer de mama
El partido fue un bonito argumento para lanzar numerosas iniciativas para ayudar a la delegación balear de la Asociación Española Contra el Cáncer con motivo del día internacional de la lucha contra el cáncer que se celebrará justo en una semana. Una docena de afectadas por esta lacra social portaron una pancarta con el lema “Contigo, damos la cara contra el cáncer” y con la que posaron los dos equipos justo antes del partido. Además, el Palma Futsal jugó con su segunda equipación de color lila para sumarse a la causa y se repartieron tres mil palos sonoros de dicho color a los aficionados, que tuvieron la ocasión de apoyar la causa colaborando con esta iniciativa.
Palma Futsal
Comenta esta noticia
Los comentarios están desactivados temporalmente. En breve estarán disponibles de nuevo.