Crónica Cadetes 1ª Reg. Mallorca (Gr. B): Santa Catalina Atº 1 – 1 Estudiantes del P.s.

El árbitro con los capitanes

Alineaciones:

Santa Catalina Atº: Pedro Roig, Jorge Sanchez, Raul Rebollar, Alex Lambea, Fernando Fernandez, Raul Lopez, Lucas Nicolau, Angel Baro, Alberto Torres, Iker Ferrer y Mateo Salom.

Sustituciones: Jaume Crespi por Raul Lopez (min.50), Sergi Serra por Iker Ferrer (min.56), Sergi Palmer por Raul Rebollar (min.65) y Antonio Gonzalez por Angel Baro (min.67)

Estudiantes del P.s.: Alvaro Lopez, Luis Rafael, Marc Mateu, Xavier Bennasar, Ernest Sala, Martin Quiroga, Pau Vives, Alpha Oumar, Fafanding Cisse, Serigne Massine y Luis Perruca.

Sustituciones: Gabriel Alomar por Pau Vives (min.41), Ivan Calvo por Alpha Oumar (min.41), Izan Segovia por Serigne Massine (min.41) y Guiem Vicens por Luis Perruca (min.56)

Goles: 1-0 Fernando Fernandez (min 7) y 1-1 Gabriel Alomar (min 65)

Árbitro: Juan Manuel Albiol Gonzalez.

Tarjetas: Juan Jose (amarilla, min 64) para el Santa Catalina Atº.

Comentario:

En partido correspondiente a la jornada 11 de la liga de cadetes de primera, el Estudiantes consiguió un sufrido empate (1-1) en Son Flo frente a un Santa Catalina que impuso su fútbol de potencia, intensidad y de transiciones rápidas pero que falló en demasía frente al portero estudiantil Álvaro.

Miquel Seguí repitió sistema (1-3-5-2) respecto de la segunda parte de la jornada anterior, pero no once. A diferencia de lo que decíamos hace unas semanas, que parecía haber una espina dorsal intocable, en los últimos partidos ha habido rotaciones importantes en puestos clave del equipo. Todos los chavales han tenido su oportunidad de ganarse un puesto en el equipo. En esta ocasión, Álvaro López estuvo bajo palos. Los tres centrales fueron Lendy Vargas, Xavi Bennasar y Ernest Sala. En esta ocasión el doble pivote lo conformaron Marc Mateu y Serigne Sall Papito. Los carriles fueron para Alpha Oumar Diallo (derecha) y Pau Vives (izquierda). En la media punta jugó Martín Quiroga y la dupla atacante la formaron Luis Perruca y Fafanding Cisse. Bastantes cambios en el once inicial respecto de otras formadas buscando, entiendo, más contundencia en el centro del campo en un partido que se presumía “guerrero”.

No empezó mal el Estudiantes. En los primeros minutos quiso el balón y el Santa Catalina se lo cedía gustosamente. De hecho tuvo una ocasión en un robo en tres cuartos de campo contrario que acabó con un disparo lejano de Martín Quiroga que detuvo con facilidad el cancerbero local, Pedro Roig. En la portería contraria, en una mala salida de balón, el Estudiantes pierde el esférico en el borde del área. El ariete local, Fernando Fernández, se adentra en el área y, aunque algo escorado, consigue definir bien, duro y raso, poco pudo hacer Álvaro dada la cercanía del remate, 1-0, y sólo llevábamos 7 minutos de partido. A partir de ese momento el Estudiantes pareció contagiarse del fútbol de intensidad y directo de los locales. La falta de acierto de los estudiantiles o la fuerte presión que ejercían los locales impedía que el balón fluyera con cierta rapidez y peligrosidad. Las pérdidas de balón eran continuas. El Santa Catalina con un fútbol muy simple, intensos en defensa, buscando transiciones rápidas con balones directos e intentando hacer daño en balones parados, era capaz de dominar el partido. A medida que avanzaba el partido, el Estudiantes se fue espabilando, siempre hemos dicho que este equipo siempre compite le salgan o no las cosas. El doble pivote estudiantil fue capaz de quitarse de encima la presión local y consiguió dar algún pase a su hombre de referencia Fafa y a su acompañante ayer, Luis Perruca. A mitad de la primera parte Lendy tuvo un remate de cabeza franco tras saque de falta pero el testarazo fue atajado por Roig. Minutos más tarde Fafa, muy controlado toda la tarde, tuvo su oportunidad dentro del área pequeña pero su remate con la zurda fue detenido, de nuevo, por el cancerbero local que se mostraba muy seguro. El Santa Catalina no inquietaba a Álvaro salvo algún saque de esquina o alguna falta pero no llegó a cuajar ninguna oportunidad. Así acabó la primera parte, quizás lo más justo hubiera sido un empate pero el Estudiantes no acertó.

Algo no le gustó en la primera parte a Seguí porque en el descanso hizo tres cambios. Gabi Alomar entró por un Pau Vives que volvió al que había sido su club, Iván Calvo sustituyó a Alpha Oumar y Papito dejó su puesto a Iván Segovia. El mensaje era claro, había que mejorar en la profundidad por banda y tener algo más el balón en el centro del campo. En los primeros minutos de la segunda parte el Estudiantes mejoró, fueron los mejores minutos de los visitantes. Por momentos el Santa Catalina se sintió desbordado, acorralado, su fútbol directo no funcionaba, no llegaban a las inmediaciones de Álvaro. Un detalle para que se entienda ese punto de mejoría. El saque de portería del Santa Catalina lo ejecuta con un balón directo de su portero que, con facilidad, alcanza los tres cuartos de campo contrario. En la primera parte esa segunda jugada siempre era para los locales, sin embargo a principios de la segunda parte los tres centrales mejoraron y fueron capaces de recuperar infinidad de balones. A la vista que el gol no llegaba, Seguí arriesgó tácticamente, jugó con un solo pivote (Marc Mateu) y dos interiores (Izan Segovia y Martín Quiroga). A los 25 minutos de la segunda parte llegó el gol visitante de la forma más imprevista, a balón parado. En posición de zurdo, Izan ejecuta una falta cometida sobre Fafa en el borde del área. Tras algún rebote, el balón llega a Gabi Alomar situado a menos de un metro del palo y de espaldas al marco. Pues bien, en esa posición inverosímil, Gabi logra rematar, no sé muy bien cómo, el balón sobrepasa por alto al portero local y se cuela en la portería del Santa Catalina, 1-1. Los locales vieron que el partido se les iba, se les escapaban dos puntos de una forma completamente imprevista. El último cuarto de hora fue un ataque continuo de los locales, apretaron y mucho. Hubo de todo, algunas buenas paradas de Álvaro, un balón a la cruceta y fallos de remate que impidieron la remontada local. El Estudiantes lo pasó mal en esos minutos, estaban desbordados, no eran capaces de defender con el balón en los pies o sacar alguna contra que hiciera daño pero supieron sufrir. El gol no llegó y el empate fue inamovible.

Un empate sufrido en un campo complicado que si bien por el fútbol desplegado no fue merecido, sí lo fue por la lucha y el tesón de este grupo de chavales de primer año que compiten como el que más y que nunca le dan la espalda al partido. La semana que viene visita Son Rapinya un Ferriolense en situación complicada, habrá que luchar el partido como todos, esta liga no da tregua.

Joan Mateu Barceló para Fútbol Balear.
Fotos de Joan Mateu Barceló para Fútbol Balear.

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