Los episodios de violencia en el fútbol base balear no cesan y el pasado fin de semana, durante el partido de cadetes entre el Santa Ponça y el Cala d’Or, se produjo otro hecho denunciable. Y es que un jugador del equipo local fue agredido por un rival, tal y como ha hecho público el club ‘calvianer’ a través de las redes sociales.
Otra mancha tras los incidentes ocurridos en el duelo de juveniles entre Campos y Penya Arrabal, que han trascendido a nivel nacional.
En concreto, el jugador del cadete de Segunda Regional Adrián Muñoz García «recibió una brutal e injustificada agresión por parte de un rival del Cala D´Or», una lamentable acción que le mantuvo ingresado en observación en un centro hospitalario palmesano ante la gravedad y contundencia de la denunciada agresión, aunque por fortuna ya ha recibido el alta.
Desde el Santa Ponça esperan que la Federació de Futbol de les Illes Balears y las instituciones intervengan para que el autor de esos hechos sea sancionado y se confirma que la agresión ha sido denunciada ante las autoridades.
Incluso el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, ha reaccionado ante la gravedad de los hechos y tras conocerlos de primera mano. «Lamentable e injustificable la violencia en el deporte, y en cualquier ámbito de la vida. Mi más sincero deseo de una pronta recuperación para Adrián. Ánimo también a su familia y al club», aseguró el primer edil.
El jugador del Cala d’Or ya habría sido apartado por parte de su club una vez que se han precipitado los acontecimientos después del incidente acaecido en el choque disputado en el polideportivo de Santa Ponça, en un partido que acabó con victoria para los de Santanyí por un claro 1-6. Un triunfo empañado por una agresión que pudo tener consecuencias más graves.
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