Alineaciones:
CD El Álamo: Sebas Rosales, Rubén, Abraham, Adri, Javi, Corrales Crespo, Helmer (Kiko min.85), Barri (Matas min.61), Fer (Gonzalo min.70) y Flores.
RCD Mallorca: Fabricio, Sastre (Fran Gámez min.41), Xisco Campos, Raíllo (A), Baba, Aridai (Cucho min.75), Febas, Señé (A), Trajkovski (A), Abdón (Alegría min.58) y Chavarría.
Gol: 0-1 Alegría min.90+3.
Árbitro: Medié Jiménez (catalán).
Incidencias: Estadio Facundo Rivas ante unos 3.000 espectadores
Comentario:
El Mallorca se clasificó para la siguiente ronda de Copa en la última jugada del partido. En el minuto 93, un centro de Cucho lo remató Álex Alegría a bocajarro. Injusto, porque El Álamo fue mejor casi de principio a fin, pero la calidad de un Primera sentenció al filo de la prórroga.
Que en la primera parte El Álamo plantara cara podría entrar dentro de lo previsto. La ilusión del equipo inferior, el campo de césped artificial, el equipo de Primera con los menos habituales, la afición volcada… suelen ser ingredientes que juntos ofrecen unos minutos en los que los locales suelen subirse a las barbas del poderoso. Luego, según pasa el partido, se van inviertiendo los papeles.
Pero no, nada de eso sucedió, hasta al menos la recta final del partido. El Álamo dio toda una lección de esfuerzo, pundonor, fútbol y ocasiones. Mereció irse al descanso por delante en el marcador. De hecho, Barri, en el minuto 40, tiró alto un mano a mano con Fabricio de los que se acordará toda la vida. Sólo en la última jugada de la primera mitad, Sebas Rosales paró un disparo de Trajkovski. Primer disparo del equipo de LaLiga Santander. Que se dice pronto.
Cierto es que el macedonio pudo poner el 0-1 en el arranque del segundo tiempo. Pero de inmediato, Helmer y Barri hicieron trabajar a Fabricio para evitar la sorpresa.
La jugada clave sucedió en el minuto 67. Una falta lanzada por Aridai la despejó como pudo el meta madrileño. El rechace le cayó a Chavarria que marcó a puerta vacía. Y gol anulado por fuera de juego, que no era. Es lo que tiene no tener el VAR en estos partidos.
A diez del final, Helmer, el mejor de los alameños, falló solo a dos metros de la portería. Las ocasiones se sucedían y el Facundo Rivas gritaba el ‘sí se puede’. Había momentos que costaba distinguir quién era el equipo de Primera y quién el de Tercera.
Pasó lo que se esperaba, que se clasificara el Mallorca, pero El Álamo puede sentirse muy orgulloso de cómo plantó cara a todo un equipo profesional.
Redacción
marca.com
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