Ganó Brasil la final olímpica de fútbol (2-1) en el Estadio Internacional de Yokohama después de un encuentro donde la igualdad entre los dos equipos fue la nota predominante. Ambas selecciones hicieron méritos suficientes para ganar, pero fue un gol de Malcom en la segunda parte de prórroga la que definió el duelo. Intentó España forzar los penaltis en esos diez últimos finales, pero el esfuerzo fue en vano y del cuello del combinado nacional colgará una orgullosa medalla de plata.

Pasaron muchas cosas hasta llegar a ese momento, desde el dominio inicial de Brasil a los buenos minutos de España en la segunda mitad. Eso sí, en la prórroga fue mejor la canarinha, que ganó metros y arrinconó por momentos a una España que supo defenderse bien hasta ese fatídico minuto 108. Toca celebrar la plata, la misma que se consiguió en Amberes 1920 y Sídney 2000, y esperar una mejor ocasión para suceder a los héroes de Barcelona 92.

Del partido en sí, cada equipo mandó en una parte. Brasil dominó los primeros 45 minutos, pero tras la reanudación el partido viró de rumbo y el control pasó a ser español. Mucha culpa de ello tuvieron los arreglos de Luis de la Fuente, que metió en el campo a Carlos Soler y Bryan Gil por Marco Asensio y Mikel Merino, poco participativos en el primer tiempo.

España se marchó por detrás en el marcador al descanso después de que Cunha adelantase a los suyos justo antes de ir a vestuarios, pero el equipo se rehízo del golpe y en la segunda mitad ofreció unos minutos de gran fútbol que terminaron en el golazo de Oyarzabal a centro de Carlos Soler.

Pudo rematar la faena la selección en los instantes finales, pero el larguero reclamó s protagonismo entonces. Un centro de Oscar Gil se envenenó y dio en el travesaño, frustrando los sueños de España de resolver el partido en el tiempo reglamentario y algo después, ya casi en el 90, un zapatazo espectacular de Bryan Gil volvía a estrellarse en la madera. Fueron dos disparos que pudieron cambiar el destino del encuentro.
No entró el balón y el duelo por el oro se iba a resolver en el tiempo extra, ecosistema habitual para una España que lo ha visitado en los tres últimos choques, en cuartos de final, en semifinales y ahora tocaba volver a hacerlo en la final.

Pesaron las piernas y el desgaste fruto de acumular muchos minutos en las piernas y mucho calor en el cuerpo. Brasil se adueñó de esos 30 minutos y aunque resistió España una y otra vez demostrando coraje y pundonor, el sueño del oro olímpico acabó en el minuto 108 cuando Malcom lograba controlar un gran pase en profundidad y batía a Unai Simón.

Se quedan los de Luis de la Fuente con la medalla de plata, un éxito logrado con mucho esfuerzo, trabajo y pese al infortunio de perder a las primeras de cambio a dos pilares básicos como Mingueza y Ceballos. El fútbol español suma su cuarta medalla olímpica y la delegación desplazada a Tokyo ya puede presumir de 17 metales, los mismos que se consiguieron en Río 2016.