Alineaciones:
Supo sufrir el equipo de Juan Carlos Carcedo en la primera parte, en la que el Oviedo llevó la iniciativa y fue superior, aunque se marchó al descanso por detrás en el marcador. El técnico local apostó en ataque Ekain y Guerrrero y, por sorpresa, dejó de salida al delantero en racha goleadora Castel sentado en el banquillo.
Guerrero incordió a la defensa rival desde el primer instante e impidió que el cuadro asturiano saliera cómodo con el balón desde atrás. No obstante, el Oviedo estuvo más tiempo en la parcela local que en la propia en los primeros instantes del encuentro, en los que encerró al Ibiza, que trataba de contrarrestar esta circunstancia a la contra cuando recuperaba el esférico.
Por primera vez en casa, de todas formas, se veía realmente exigido por la presión alta de su adversario, lo que le hizo pegar algunos balonazos en vez de buscar una salida aseada desde la retaguardia, como manda el manual impuesto por Carcedo. Todos estos males desaparecieron súbitamente con el tanto de Lara, que daba aire a los suyos en una acción en la que hizo gala de la precisión de su bota.
La segunda mitad empezó con un Ibiza más seguro de sí mismo gracias a la ventaja adquirida en el primer acto, e incluso pudo marcar en varias ocasiones un nuevo tanto que hubiese dejado anímicamente tocado al Oviedo y hubiera insuflad nuevos bríos en el once local, donde los jugadores que consiguieron el ascenso desde Segunda B siguen siendo protagonistas principales en la nueva categoría.
Sin embargo, por falta de tino y también por las certeras intervenciones del portero del Oviedo, el manacorí Joan Femenías, el marcador no se movía, no se ensanchaba a favor de la escuadra ibicenca cuando más estaba atacando de todo el partido.
No aprovechó las suyas el Ibiza, pero sí el Oviedo, que, en el 71, lograba el empate en una acción en la Gastón Brugman le ganaba el pulso a la defensa en un libre directo en el que se adelantó a toda la zaga para rematar de primeras a media altura ante la salida de Germán, que nada pudo hacer para evitar el 1 a 1.
No se vino abajo el grupo de casa, que siguió creyendo en la posibilidad de ganar el partido y mantuvo el mismo espíritu de lucha, aunque el Oviedo tampoco iba a darse por conforme y también fue se a por el partido. ç
En esta tesitura, se vio un buen final de partido, con los dos protagonistas mirando con descaro hacia el portal contrario cuando tenían el balón en su poder para tratar de hacerse con los tres puntos en litigio. Al final, no hubo más goles y el reparto de puntos hizo, en definitiva, justicia a lo acontecido sobre el terreno de juego.
Redacción
noudiario
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