Alineaciones:
UD Ibiza Eivissa: Germán, Morillas, Goldar, Gálvez(González min.78), David(Herrera min.67), Molina(Appin min.78), Nono(Villar min.54), Juan, Pérez, Sergio, Miguel Ángel(Bogusz min.54).
Girona FC: Juan Carlos, Bernardo, Stuani, Alejandro(Kebe min.67), Samu Saiz, Aleix García, Juanpe, Junca(Fernández min.73), Lozano, Santiago Ignacio, Martínez.
Goles: 0-1 Stuani min.19, 1-1 Goldar min.71.
Árbitro: Oliver De La Fuente Ramos asistido en bandas por Daniel Pescador Hernández y Samuel García Aguilera. 4º árbitro Carlos Pérez Fernández. VAR Víctor Areces Franco. AVAR 1 Alejandro Quintero González.
Tarjetas: amarillas para Molina min.73 y Juan min.89 por la UD Ibiza-Eivissa y para Stuani min.45, Bernardo min.59, Adrián Ortolá min.81, Santiago Ignacio min.82 y Samu Saiz min.90.
Comentario:
El gol lo es todo en esto del fútbol. Representa la esencia absoluta del juego, es el anhelo de todo aficionado. Con él se toca el cielo, o, en su ausencia, se baja al infierno. Unos lo tienen, como el Girona, y otros, como el Ibiza, lo deben purgar casi hasta el infinito para que suba al marcador, 1 a 1. Empezó el partido con dos clarísimas ocasiones del conjunto ibicenco, la primera de Cifuentes a los cuatro minutos, quien, en boca de gol, remató por encima del larguero. La segunda, de Castel, solo diez minutos más tarde, en la que el delantero, a bocajarro, se topó con el acierto del meta.
El cuadro insular estaba tuteando al Girona en Can Misses, uno de los grandes de la Liga, sin duda alguna. No obstante, todo el trabajo desempeñado hasta ese momento por los jugadores de Juan Carlos Carcedo se vino abajo de un plumazo, como cuando se desploma un castillo de naipes. Davo derribaba Samu Saiz dentro del área en el minuto 17 y el máximo goleador del conjunto catalán y del campeonato, el uruguayo Stuani, ponía el 0 a 1 en el marcador con un tiro raso y certero desde los once metros. Se repetía la historia de los últimos dos partidos de los ibicencos en casa, cuando Almería y Ponferradina, también desde el punto de castigo, tomaban ventaja en el luminoso.
El acierto en el remate, esa pizca de fortuna que siempre se necesita para anotar, estaba dando de nuevo la espalda al conjunto isleño, al que, salvo esto, no se le podía reprochar nada. Nada de nada, porque generaba peligro y ocasiones. Además, el grupo tiene claro cómo debe actuar en cada situación, cómo defenderse y cuál es el camino que debe seguir para batir la portería contraria. En líneas generales, en los primeros 45 minutos fue mejor. Incluso, en el descuento del primer tiempo, logró sacar de sus casillas a Stuani, que tuvo que ser expulsado por una agresión que no venía a cuento y que el colegiado, tibio, solo castigó con tarjeta amarilla. Hay nombres, se quiera reconocer o no, que pesan más que otros.
Le quedaba la segunda parte al Ibiza para enmendar la plana y el comienzo, como lo fue en la primera, era esperanzador para sus intereses. La tuvo Morillas nada más empezar tras una galopada por banda, pero su disparo, mordido, acabó repelido a córner. Le tocaba arriesgar para tratar de rescatar al menos uno de los tres puntos en juego. Y en esta tesitura, el Girona estaba como pez en el agua, porque, de medio campo en adelante, tiene magia, toque y calidad para desarbolar defensas con espacios a la espalda. Era un todo o nada para los locales, que aceptaron la apuesta ante un rival que aguardaba, al acecho, que llegara una acción con la que sellar el choque.
Javi Pérez, desde el flanco izquierdo, obligó al meta visitante a emplearse a fondo para mandar a córner un tiro que iba directo a la escuadra contraria cuando se cumplía la hora de partido. El desgaste y la ambición de los de casa era irreprochable, la eficacia, un problema. Hasta que en el décimo córner de los insulares (por dos del Girona hasta ese momento, minuto 71), Davo recogía un rechace del meta para marcar el tanto del empate y el segundo de su cuenta particular en lo que va de temporada.
Quería más el Ibiza, pero el Girona, con el empate, volvió a ser algo más ambicioso, le frenó y dio un paso al frente para tratar de ponerse de nuevo por delante. El Ibiza, sin embargo, lo evitó siendo firme en defensa ante un rival que, al final, chutó cuatro veces entre palos por cinco del cuadro local, que suma un punto, el tercero de los últimos 15 que ha disputado, tras haberse visto las caras con algunos de los clubes más fuertes del torneo.
Redacción
noudiario
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