Alineaciones:

UD Ibiza-Eivissa: Germán, Morillas, Goldar(Fran Grima min.46), Gálvez, Davo (Appin, 68′), Manu (Guerrero, 67′), Ekain(Javi Lara min.46), Juan Fernández, Pérez, Castel y Villar (Bogusz, 82′).

Real Sporting de Gijón: Mariño, Rosas (Bogdan min.88), Kravets, Valiente,  Aitor(Gragera min.60), Pedro, Nacho (Borja min. 88), Berrocal, Rodríguez, Villalba (Gaspar min.9o), Djurjevic.

Goles: 0-1 Aitor min.14, 0-2 Djurjevic min.46.

Árbitro: Iosu Galech Apezteguia asistido en bandas por Álvaro Granel Peiró, e Ion Rodríguez Portel. 4º árbitro Andrés Fuentes Molina. VAR Álvaro Moreno Aragón. AVAR 1 Rafael Sánchez López.

Tarjetas: Castel min.40, Goldar min.44 , Davo min.65 y Villar min.80 por la UD Ibiza y para Berrocal min.49 por el Sporting de Gijón.

Comentario:

Aroma a final. El Real Sporting de Gijón llegaba a Ibiza con la dinámica de 10 partidos sin ganar metida en la cabeza. Un momento clave tanto para el equipo, que cerraba el año y la primera vuelta tras este encuentro, como para su técnico, David Gallego, que dependía de los 3 puntos para mantener su puesto. Un triunfo que bien necesitaba y que logró un Sporting inteligente, más pragmático de lo que venía acostumbrando, para así frenar finalmente la histórica racha negativa de los asturianos y salvar su match ball particular.

Tras el duelo de Copa del pasado miércoles, Gallego dispuso un once bastante reconocible, tan solo con un par de novedades: la pareja de centrales Berrocal – Valiente, con el catalán ya recuperado de sus problemas físicos, y otra pareja, la de centrocampistas, con Nacho Méndez acompañando de nuevo a Pedro Díaz, al igual que ocurriera ante el Huesca. Una apuesta más ofensiva en un partido en el que solo valía la victoria, aunque en el desarrollo del partido destacara precisamente la faceta defensiva de los de Gallego.

Con esa necesidad, el Sporting dio buenas sensaciones al inicio de partido, estando activos desde el primer minuto. Sin embargo, el Ibiza no se arrugó y pasó a dominar el encuentro prácticamente desde ese primer arreón rojiblanco. Los instantes iniciales llevaron un gran ritmo, con los celestes acercándose primero a la meta de Mariño con un remate del gijonés Davo desde el interior del área que se fue al lateral de la red tras un error de los rojiblancos en salida de balón. Avisaba un Ibiza volcado que encontraría en esa mentalidad ofensiva precisamente el efecto contrario al que buscaba: de un córner cuyo rechace cayó en botas de Aitor tras dos remates, dejó todo el campo para la carrera del onubense, que superó en velocidad a los zagueros locales y se plantó mano a mano ante un Germán al que batió con facilidad por bajo. Se adelantaba el Sporting con un gol de gran importancia en lo psicológico.

Después de estos minutos frenéticos, el partido bajó revoluciones, con el Ibiza dominando el balón pero con un Sporting que gestionaba bien su ventaja, sin llegar a sufrir demasiado hasta que una acción a balón parado, ya cerca del descanso, puso el ‘uy’ en Can Misses. Un remate cruzado de Gálvez, el ex rojiblanco que se anticipó y ganó bien el salto a su par, hizo la parábola perfecta, con Mariño siguiendo la trayectoria de la pelota con su mirada hasta que esta se topó con la madera. Susto antes del paso por vestuarios, pero ventaja fundamental en el marcador para el Sporting. Gallego dijo que importaba la victoria más que nunca y no tanto el cómo. Tras 45 minutos se iba cumpliendo esta premisa.

Las cosas, esta vez sí, parecían sonreír al Sporting, pues nada más salir del túnel de vestuarios, en la primera jugada de ataque de los rojiblancos, Guille Rosas encontraría con un balón largo a la espalda de la zaga local el desmarque de un Uros Djurdjevic que definiría con potencia ante Germán. Todo de cara con un 0-2 en la versión más pragmática de los rojiblancos. Esos famosos detalles, con un acierto en el área total, esta vez sí beneficiaron a los de Gallego.

El gol dio ese margen necesario al Sporting, que seguía viendo sin embargo que era el Ibiza quien dominaba el balón. A pesar de esto, los de Carcedo solo lograban generar situaciones de peligro en acciones a balón parado. El Ibiza, con una docena de córners en su haber, hizo aparecer las dos caras de Mariño, con alguna salida por alto dubitativa y dos manos abajo muy claras que el meta gallego desvió con acierto y gran mérito. Los de Gallego, siendo cada vez más defensivos con cambios como la entrada de Gragera por Aitor, siguió defendiendo su área mientras trataba de aprovechar alguna circunstancia a la contra, con una jugada por banda izquierda en las botas de ‘Puma’ Rodríguez como la tercera ocasión clara del partido, aunque esta vez su potente definición se fue lejos del marco local.

Redacción
lavozdeasturias