En una rueda de prensa celebrada hoy en las instalaciones de Son Malferit se ha presentado la Peña Twingo del Atlètic Balears. Su nombre alude al auto del mismo nombre, pues según sus impulsores «somos tantos que cabemos en un Twingo; pero calculamos llegar a ser pronto, siendo optimistas, entre cuarenta mil y cincuenta mil».
La peña nace con un objetivo claro: hablar en nombre de toda la afición, rebautizar al equipo como Atlético die Balearen y establecer como origen de la entidad el 27 de septiembre de 2012, momento de conversión del club en sociedad anónima deportiva, de acuerdo con los nuevos tiempos y sustituyendo la fecha de 1942, a todas luces caduca y anticuada.
Su portavoz fue claro: «es incuestionable que la SAD es de naturaleza diferente al club anterior: desde 2012 jurídicamente somos otra cosa, una entidad totalmente nueva. Además, la historia sobra porque lo que importa es el presente y el futuro. Si queremos crecer debemos soltar lastre: la historia es algo aburrido que no es rentable, no interesa ¡y hace mucho tiempo de todo eso! En todo caso, no podemos estar aludiendo continuamente a pobres y desarrapados del pasado: es mucho mejor el marketing actual, donde todos salen limpitos y aseados», manifestó.
«Al principio dudábamos si establecer como origen el día en que llegó la actual propiedad (2 de junio de 2014). Pero decidimos ser flexibles: en lugar de eliminar 94 años de historia (contando desde 1920), con borrar 92 basta. Además, con dedicarle al propietario una estatua, una calle, el estadio y una procesión en Semana Santa ya será suficiente: no queremos parecer siervos, aunque lo seamos», añadió otro de sus miembros.
Uno de los periodistas preguntó por los fundamentos históricos de esta iniciativa. La respuesta fue tajante: «llevamos más tiempo que nadie siguiendo al club, así que la historia la dictamos nosotros. Nadie de fuera, por mucha titulación y preparación que tenga nos va a decir cómo tratar nuestra historia: tenemos derecho a opinar, aunque no sepamos de qué. Guardamos unos cuantos recortes de diario en un cajón, con eso nos basta. Y en cuanto a los seguidores que nos discrepen, realmente lo harán por envidia porque no son tan buenos balearicos como nosotros», remachó el delegado jurídico de la naciente peña.
Finalmente, otro periodista preguntó qué sucedería si la actual propiedad decidiese un día abandonar la nave. La respuesta fue clara: «Nuestra adhesión es inquebrantable y por la propiedad daríamos nuestra vida (dinero, va a ser que no). Por supuesto, siempre estaremos de su lado… del que paga las facturas. Porque quien manda siempre tiene razón, hasta que deja de pagar y pasa a ser un desconocido. Así, estamos dispuestos a remodelar nuestra historia y esencia según quien sea el máximo accionista, como y cuando sea necesario, y a reírle las gracias en todo momento. Eso sí: nosotros siempre en primera fila, los que tenemos carnet de buen baleárico, los que apoyamos de verdad al Atlético die Balearen. Coherentes, sinceros y desinteresados. De rodillas, pero con dignidad (y rodilleras)».
La rueda de prensa acabó con un picapica con productos típicos mallorquines: quelitas, bratwurst, schnitzel y apelstrudel. Mientras, sonó una nueva versión del himno del Atlético die Balearen en alemán, aunque unos la cantaron en español y otros «en ese dialecto del que usted me habla».
Manel García para Fútbol Balear.
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