Alineaci0nes:
SD Amorebieta: Santamaría; Larrazabal (Min. 79, Aldalur), Luengo, Markel Lozano, Irazabal, Seguín, San José, Olaetxea (Min. 69, Javi Ros), Iker Bilbao (Min. 79, Álvaro Peña), Guruzeta (Min. 79, Guruzeta) y Obieta (Min. 90, Unzueta).
UD Ibiza: Germán; Fran Grima, Gálvez, Rubén, Escobar, Diop, Javi Pérez (Min. 46, Molina), Guerrero (Min. 71, Appin), Herrera, Jiménez (Min. 46, Raúl Sánchez) y Castel (Min. 46, Ekain).
Goles: 1-0: Min. 48; San José. 1-1: Min. 50; Ekain. 2-1: Min. 65; Guruzeta. 3-1: Min. 70; Obieta.
Árbitro: Francisco José Hernández Maeso asistido en bandas por Judit Romano García y Álvaro González Narváez. 4º árbitro Miguel González Díaz. VAR Daniel Ocón Arráiz. AVAR1 Alejandro Quintero González.
Tarjetas: amarillas en el Amorebieta a Sergio Moreno (Min. 89). Por parte del Ibiza fue expulsado por doble cartulina Grima (Min. 6 y 65) y vieron la amarilla Escobar (Min. 89) y Rubén (Min. 92).
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de LaLiga SmartBank disputado en Lezama ante 902 espectadores.
Comentario:
Una UD Ibiza en caída libre se ha estrellado ante el Amorebieta (3-1) tras jugar un partido horrible. El equipo local ha mandado sobre el terreno de juego de principio a fin a pesar de su situación en la tabla, donde se encuentra en zona de descenso. Con esta derrota, el conjunto insular encadena cinco partidos sin ganar, con un balance de tres empates y dos derrotas, y lo hace justamente en un momento en el que el calendario se pone feo, ya que le empareja con rivales de entidad, el primero de ellos, el líder, el Eibar, la jornada que viene en Can Misses. Además, toda ficción de pelear por el play-off se esfuma -aunque quedan muchos puntos por jugar-, ya que actuaciones como la de hoy no solo no invitan al optimismo, sino que encienden la luz de alarma. Definitivamente, el efecto Jémez se ha evaporado y el club ibicenco vuelve a navegar a la deriva.
El Amorebieta, como hizo la Real Sociedad B la pasada jornada en Can Misses, le ha dado un baño de fútbol a la UD Ibiza, que seguramente habrá hecho muchas cosas bien, al menos bajo el prisma de su técnico, pero que de nuevo se ha visto claramente superada por un equipo de la zona de descenso que, en los primeros 45 minutos, ha sido inmensamente superior y al que solo le ha faltado el gol para trasladar del campo al marcador su dominio. El tanto no ha llegado porque Germán, meta del bloque insular, ha sido el mejor de los suyos en el primer tiempo y porque el palo ha repelido también un remate franco.
El conjunto que entrena Paco Jémez se ha mostrado frágil en defensa, no ha tenido centro del campo, donde no ha estado Manu Molina hasta después del descanso, y no ha inquietado, prácticamente, a su adversario en ataque, más allá de un tiro con cierto peligro de Castel que se ha marchado a córner. Lo cierto es que el juego alegre y ofensivo por el que apostó el entrenador celeste tras su llegada al club ibicenco se ha diluido con el paso de las jornadas y da la impresión de que el grupo no sabe a lo que juega -al menos en las últimas jornadas-, que no tiene un plan o una hoja de ruta nítida a la que agarrarse.
El ritmo, el juego y el mando de operaciones del partido en el primer acto era parcela exclusiva del Amorebieta, que sometió al Ibiza hasta encerrarlo en su parcela para reducirlo a un bloque contragolpeador que, además, no tenía tino en los pases en largo. La mejor noticia de toda la primera parte para el cuadro insular fue el resultado al descanso, 0 a 0, que dejaba todo abierto de cara a la segunda parte, en la que Jémez introdujo tres cambios, uno obligado, debido a la lesión de Castel al filo del intermedio.
Sin embargo, el gol que se le había resistido al Amorebieta en el primer acto llegó nada más empezar el segundo, en el minuto 48, cuando Mikel San José cabeceó el cuero a las mallas a la salida de un córner. La respuesta del Ibiza fue casi instantánea, cuando Ekain, con un chut raso en el minuto 50, anotaba el gol del empate para igualar la balanza. El delantero, nada más marcar, se disculpaba acto seguido con la que había sido su afición antes volar a la isla.
En el minuto 62, los problemas del Ibiza, que seguía sin jugar nada a pesar de haber empatado el encuentro, fueron a más. Grima paró un remate con la mano dentro del área, penalti claro y señalado, y segunda amarilla para el zaguero, que dejaba a los suyos en inferioridad numérica con muchos minutos por delante hasta el final. Para más inri, Guruceta transformaba la pena máxima en gol para volver a poner a los suyos por delante en el marcador.
Pero el Ibiza no había tocado fondo. En el 69, una falta de entendimiento entre Diop y Germán fue aprovechada por Koldo Obieta para marcar, a puerta vacía, el tercero para el Amorebieta, que reafirmaba así su dominio sobre un Ibiza desconocido, sin brújula, desnortado y perdido sin saber hacia dónde tirar. Tuvo alguna nueva aparición fugaz en ataque, pero sin chispa ni tino. De hecho, acabó el partido metido en su área defendiendo para no encajar el cuarto.
Ni en la goleada encajada en Girona se había visto un rendimiento tan bajo del equipo de Jémez. Algo está fallando y si el técnico no es capaz de detectarlo o subsanarlo le espera un final de temporada descafeinado en el que el único objetivo y aliciente será la salvación, que a pesar de estar matemáticamente cerca, sigue sin estar atada.
Redacción
noudiari
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