Es el primer club que no pertenece al fútbol que expone su modelo para los futuros directores deportivos. La RFEF eligió al Palma por su modelo de gestión deportiva ejemplar. José Tirado explicó el secreto del éxito.
El modelo de gestión del Palma Futsal se estudia como ejemplo de éxito en el curso superior universitario de director deportivo en fútbol de la Real Federación Española de Fútbol. El club balear se ha convertido en el primero que no pertenece al fútbol que se estudia en uno de los cursos más importantes para la formación de los futuros directores y gestores deportivos y que imparte la federación para exjugadores de fútbol profesionales. El modelo de éxito tanto a nivel de gestión como a nivel deportivo, que ha llevado a un club humilde a luchar durante muchos años con los mejores explotando al máximo los recursos limitados de que dispone es lo que ha hecho que la RFEF haya decidido abrir el curso a un club fuera del fútbol para conocer la fórmula del éxito. José Tirado, director general y director deportivo del club, fue el encargado de explicar el proyecto a todos los alumnos del curso con una conferencia titulada “modelo de organización y patrocinio del Palma Futsal” en la que descubrió los secretos que han llevado a un club de futbol sala a ser un referente deportivo y social. Lo extraordinario de este hecho es que un club de fútbol sala ha expuesto su modelo de gestión por primera vez compartiendo cartel en las ponencias con casi todos los equipos de la Primera División de fútbol y con figuras como Monchi, director deportivo del Sevilla, o Roberto Olabe, director deportivo de la Real Sociedad, entre otros.
El Palma es el único club de fútbol sala en España que lleva cuatro años consecutivos disputando las semifinales de alguna de las competiciones nacionales. Ha jugado dos finales en los últimos seis años pero su éxito va más allá de los resultados. Ha logrado convertirse en un club que es una referencia tanto en los despachos como en la pista a pesar de la multitud de contratiempos a los que ha tenido que hacer frente a lo largo de su historia: la obligación de tener que cambiar de sede por falta de instalaciones en su pueblo natal, crear una afición de la nada, liderar el crecimiento de su deporte en su comunidad, innovar con ideas y proyectos para multiplicar sus recursos propios y competir a nivel deportivo con los mejores equipos con un modelo que apuesta por jóvenes con talento que capta antes que nadie y que con el tiempo se convierten en jugadores de gran nivel deseados por los equipos más poderosos.
Multiplicar recursos con iniciativas innovadoras
El Palma Futsal se tuvo que reinventar para crecer y obtener recursos extraordinarios para competir con los mejores equipos en su deporte, la mayoría, con estructuras profesionales al ser una sección de un club de fútbol o al contar con presupuestos millonarios lejos de la realidad de la mayoría de clubes de fútbol sala. Y lo hizo innovando en muchos frentes para crear iniciativas que supusieran llegar a más gente, dar a conocer el club, aportar conocimiento sobre un deporte poco conocido y tener unas propuestas que se pudieran explotar comercialmente para obtener más recursos y poder crecer como club saliendo de la realidad habitual de un equipo humilde. Iniciativas como el Palma Futsal Experience by Bauhaus, Palma Futsal on Tour, visitas escolares con charlas de valores a los niños, cursos formativos y especializados para entrenadores o jugadores, entre otras iniciativas, hicieron que el conocimiento sobre el club en la sociedad balear fuera en aumento, cada vez hubiera más aficionados en las gradas hasta llenar el pabellón y que los patrocinadores quisieran formar parte de un club con una gran imagen social. El valor de marca creció considerablemente.
Modelo deportivo ejemplar para competir con los mejores
Paralelamente al crecimiento social, el club apostó por una filosofía deportiva basada en apostar por jóvenes con talento que tuvieran recorrido para aprender y madurar en el club para contar con un futuro asegurado y con jugadores de primer nivel que explotaran sus cualidades con un buen método de trabajo para mejorar. Esto suponía optar a mucho talento a bajo precio y no tener que competir en una guerra de precios con los que el Palma Futsal no podía ni puede competir. Llegar a descubrir el talento antes que nadie, ese era el objetivo. El club balear ha sido el mejor en eso y ha crecido deportivamente gracias a la gran capacidad de atraer a jugadores jóvenes, cerrar su fichaje antes de que el resto los conociera y apostar por ellos con tiempo y paciencia hasta que llegaran a ser competitivos. Ha sido un club modelo y que ha creado escuela. Sobre todo, con el mercado sudamericano, que ha controlado con un nivel de conocimiento que le ha llevado a importar jugadores que se han convertido en estrellas junto a los jugadores nacionales a los que ha podido optar el club balear. Así llegaron jugadores comp Bruno Taffy, Joao, Felipe Paradynski, Tomaz, Nico Sarmiento, Lucas Trípodi, Vilela, Diego Nunes o Higor. La mayoría de ellos se hicieron jugadores y crecieron en el club y terminaron jugando en los equipos más poderosos de España o dando el salto a ligas como la rusa. Y todos dieron un salto de calidad a los proyectos del Palma Futsal para competir con los mejores y llegando a todas las fases finales sin que se notara la diferencia de presupuestos sobre la pista. En algunos casos, los jugadores fichaban tras más de dos años de seguimiento en categorías inferiores lo que apostaba unos conocimientos sobre el jugador que pocos clubes tienen. Años de esfuerzo y mucho trabajo. La filosofía del club le ha llevado a tener paciencia con jugadores que han necesitado más de un año de adaptación en algunos casos y en un deporte donde no hay tiempo ni paciencia.
Liderar el crecimiento del fútbol sala en Baleares
Más allá del crecimiento del Palma Futsal como club, uno de los grandes valores que ha conseguido es el crecimiento de un deporte en una sociedad. El fútbol sala se ha convertido en un deporte respetado, que cada vez cuenta con más practicantes y que ha crecido de forma considerable cuando era un deporte muy minoritario y una plataforma para los niños que querían acabar jugado a fútbol en clubes de fútbol. Los clubes han mejorado, las competiciones han ido a más y el Palma Futsal ha liderado este crecimiento ayudando a clubes y a la federación en todos los aspectos necesarios para hacer un deporte atractivo. Es uno de los grandes logros. Se han organizado iniciativas involucrando a los clubes de base, torneos para que los equipos participen y los niños quieran practicar ese deporte, campus y cursos especializados para atraer a los jóvenes. El crecimiento es tal que por primera vez Baleares ha contado con un equipo en Primera División, otro en Segunda y con tres en la División de Honor juvenil. Ha aumentado el número de practicantes, el nivel y cada vez los equipos son más competitivos. De hecho, el trabajo con la cantera y con el fútbol sala en Mallorca también ve sus frutos ya con los jugadores mallorquines que llegan a ser profesionales, algo poco habitual hasta la fecha. Para el Palma Futsal, los clubes de fútbol sala en Baleares son una gran familia a la que había que ayudar para crecer juntos sin rivalidad fuera de la pista para tener un beneficio común.
Palma Futsal
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