Alineaciones:
Real Sporting de Gijón: ‘Pichu’ Cuéllar; Bogdan (Rosas, 45′), Juan Berrocal, Borja López, Vasyl Kravets (Calavera, 89′); Pedro Díaz, José Gragera (Campuzano, 89′); Fran Villalba (Gaspar, 62′), ‘Puma’ Rodríguez (Ramírez, 62′); Pablo Pérez y Uros Djurdjevic.
UD Ibiza: Domínguez, Cifuentes, Goldar (Gálvez, 78′), Juan Ibiza, Morillas, Javi Pérez (Diop, 45′), Molina (Appin, 24′), Miguel Ángel Guerrero, Herrera, Nono (Villar, 67′) y Ekain (Davo, 78′).
Tarjetas:: Pablo Pérez (39′, 45′) expulsado y Djuka (90′) por el Sporting de Gijón y Roja a Goldar (42′) por la UD Ibiza.
Comentario:
Tarde complicada para el sportinguismo. El Real Sporting de Gijón se medía al Ibiza en un partido clave para las opciones de permanencia de los rojiblancos en Segunda División. Conociendo la victoria previa del Amorebieta ante el Fuenlabrada, el partido iniciaría con el descenso tan solo a 4 puntos, la menor distancia en toda la temporada. Los de José Luis Martí, empeñados en pegarse tiros en el pie, cayeron ante un Ibiza tan superior como relajado, aunque el Sporting lograra apretar al final, no fue suficiente.
El soporífero inicio de partido ya anticipaba que no sería una tarde sencilla de digerir para el aficionado sportinguista. La UD Ibiza de Paco Jémez ya comandaba desde el primer momento, tal y como busca en todos sus encuentros. El Sporting, que amagaba con intentarlo con algún contragolpe, mostraba una incapacidad para trenzar más de dos pases con acierto impropia para la categoría. Los celestes, con las cosas más claras, o más habilidad para ejecutarlas, se asentaban en campo rival haciendo difícil la labor de la zaga local. Una superioridad que quedó plasmada cuando al cuarto de hora de duelo, el Ibiza hilvanó una jugada tan sencilla como inalcanzable para el Sporting actual; balón en ventaja a la banda diestra donde esperaba el lateral Cifuentes, centro preciso al corazón del área y remate canónico de Ekain ante la falta de oposición de los centrales rojiblancos. Silbidos de enfado y desesperación en la grada con el 0-1.
Del lamento a la preocupación. Un fuerte choque cabeza con cabeza entre Gragera y Molina dejó mal parado al onubense. El árbitro ordenó rápidamente la intervención de los servicios médicos y El Molinón enmudeció. Para alivio de todos, el centrocampista fue fijado y retirado del campo en camilla con el aplauso del respetable mientras hacía gestos consciente mientras lo retiraban por el túnel de vestuarios.
Esta larga interrupción frenó como es lógico el ritmo de partido. Martí aprovechó este tiempo para realizar diversas correcciones, entre ellas a Pedro Díaz, dada la facilidad con la que el conjunto ibicenco encontraba espacios a su espalda. Tras esto, el Sporting comenzó a tener algo más de balón mientras los de Jémez se dedicaban a gestionar el marcador favorable. Algún acercamiento invitaba al optimismo, pero los celestes no sufrían en exceso en un plan más defensivo. La mejor acción del primer tiempo llegaría tras un buen balón al espacio de Pedro para Kravets, este pondría un centro raso difícil de defender entre la zaga y la portería pero en el último momento Juan Ibiza anticiparía a Pablo Pérez y desviaría el cuero.
A pesar de esto, las muestras de peligro eran contadas, como una falta en la frontal que Pedro estrellaría contra la barrera y cuyo rechace, más alejado de la frontal, finalizó con un potente chut que salió ligeramente desviado y que tuvo más peligro que la propia falta. Las cosas, sin embargo, aún podían torcerse más. Pablo Pérez, que había recibido cartulina amarilla por una clara falta hacia el minuto 40, vería la segunda amonestación en los minutos de descuento previos al descanso tras ir a una pugna aérea con el brazo extendido. El Sporting se quedaba con 10 en busca de la remontada para enfado monumental del graderío.
Hubo sitio incluso para el gol, pero este fue anulado por un ajustado fuera de juego de Eric Ramírez, que había definido sorprendentemente bien, y también para la acción cómica: disparo de Pedro de falta directa al lateral de la red cuyo efecto óptico engañó incluso a la megafonía, que anunció el gol cuando el remate se había ido fuera. Surrealista y un irónico resumen de una temporada tragicómica. El desacierto, sin embargo, hacía acto de presencia de nuevo, con dos ocasiones claras de Djuka y Calavera dentro del área que erraron el remate y que dejaban sin premio al Sporting dejando un resultado que sirve al Ibiza para certificar matemáticamente la permanencia y con ello la consecución de su objetivo para esta temporada. Algo muy lejano actualmente para el Sporting, que tiene el descenso más cerca que nunca, a 4 puntos. Un equipo sin sangre que da pavor con solo 4 jornadas por delante.
lavozdeasturias
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