Alineaciones:
UD Ibiza: Daniel Fuzato, Fran Grima, Goldar, P. Diop(Iván, 84′), Gálvez(Pascual, 69′), Gogusz(Appin, 69′), Cenitagoya(Nolito, 69′), Sergio, Escobar(Vázquez, 81′), Cámara, Ruiz.
CD Mirandés: A. Herrero, Martín, Prados(Cesar, 46′), Nico(López, 74′), Sánchez, Salinas, O. Pinchi(Carreras, 84′), Raúl Navas, Rey, Marcos Paulo(Manu, 88′), Barbudo.
Goles: 1-0 Cámara(36′), 1-1 O. Pinchi(59′)
Árbitro: Joan Ander González Esteban asistido en bandas por David Pérez de Colosia y Aitor Moleón Cuenca. 4º árbitro Sergio Escritre Guzmán. VAR Gorka Sagues Ozcoz. AVAR1 Eduardo Prieto Iglesias.
Tarjetas: amarillas para P. Diop(10′) por el Ibiza y para Prados(25′) por el Mirandés.
Comentario:
La UD Ibiza ha sumado un punto ante el Mirandés en Can Misses (1-1) y ha dejado atrás una racha de cinco partidos perdidos de forma consecutiva que revierte con un empate que se antoja, a todas luces, insuficiente en su pelea por salir del pozo, de las posiciones de descenso que ocupa en su segunda temporada en la categoría de plata del balompié nacional, que se está convirtiendo en un calvario para el club.
El equipo insular no ha podido con un rival directo a pesar de jugar ante su público, ante su gente, que ha dejado claro que si el equipo no gana, no le quiere, ni gratis. Y es que la directiva había optado esta jornada por dar dos entradas sin cargo a cada socio con la intención de llenar la grada y que la afición espoleara a los jugadores en un momento complicado como el que viven. La medida, no obstante, no ha tenido el efecto que se esperaba, ni de lejos.
Apenas mil personas más que en la última jornada han acudido este domingo al estadio a pesar de haberse regalado miles de entradas, algo que se puede achacar a la intempestiva hora del choque, las dos de la tarde, o que, por otra parte, se puede imputar a la mala racha del conjunto, de un club que en menos de doce meses ha empezado a perder fuelle de una manera preocupante, tanto por los malos resultados como por el poco interés que despierta en la isla.
Una cosa va ligada de forma intrínseca a la otra: si no se gana, la gente no se engancha. Y es que además de no ganar, el Ibiza de esta temporada está jugando francamente mal al fútbol. No encuentra la tecla ni el equilibrio. Los jóvenes que han llegado al club están por hacer, y los veteranos que estaban y los que han llegado parecen estar pasados de cocción. Es complicado jugar peor, y con este panorama a la vista, la amenaza del descenso, si no cambian mucho las cosas, coge fuerza a cada jornada que pasa.
El equipo de Baraja primero y el de Anquela ahora no parece capacitado para ganar a nadie, o a casi nadie. De hecho, en 15 jornadas que se han disputado hasta la fecha solo ha sido capaz de vencer en tres partidos, mientras que ha empatado otros tantos y ha perdido la friolera de nueve. Los números no engañan y apuntan directamente al descenso. Queda mucha tela que cortar por delante y esta Liga, con 22 equipos, es una carrera de fondo. A día de hoy no hay nada decidido, y queda tiempo de maniobra.
Lo que si que se requiere con urgencia es un plan de choque, una alternativa a todo y una inversión fuerte, en la medida de las posibilidades, de cara al mercado de invierno. La plantilla no da de sí, no lo suficiente. Le faltan piezas importantes que permitan mejorar el rendimiento y que no están en el club. De lo contrario, lo del Ibiza será la crónica de una muerte anunciada.
A pesar de la situación comprometida de los dos equipos y de su necesidad de cosechar una victoria, no hubo una jugada de peligro hasta pasados los primeros 30 minutos de juego. Lo intentó Salinas con un remate que Fuzato logró despejar, mientras que los ibicencos no lograban acercarse a la portería del Mirandés. El Ibiza, con más presión y un poco más de ambición, se adelantó en el marcador en el minuto 35. Ekain robó un balón, Castel prolongó la jugada con un centro al segundo palo y Suleiman, con un remate de cabeza, firmó el 1-0.
Tras el descanso, los de Anquela salieron con ganas y estuvieron a punto de aumentar su ventaja por medio de Bogusz, que estrelló el balón en un poste tras un mal despeje de Juanlu. Poco duró el control de los ibicencos. A los diez minutos del segundo tiempo, el Mirandés equilibró la balanza con un gol de Pinchi tras un centro de Salinas en un calco, aunque por abajo. del gol que había marcado el Ibiza en la misma portería en el primer acto
Anquela hizo tres cambios y el Ibiza creó más peligro ante la portería visitante en la recta final del partido, pero no tuvo puntería y el duelo se resolvió con un empate amargo para los dos equipos, penúltimo el Ibiza y antepenúltimo el Mirandés. El futuro pinta mal para ambos, que no logran despejar las dudas generadas en un comienzo de temporada para olvidar.
Redacción
noudiari
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