La jugadora internacional mallorquina Virginia Torrecilla ha sido nombrada jugadora del año por el diario The Guardian. Esta publicación reconoce cada año al futbolista –hombre o mujer- que haya destacado por algún mérito fuera de los terrenos de juego y este año ha elegido a la jugadora del Atlético de Madrid por su historia de superación cuando está a punto de cumplirse un año de su regreso a los terrenos de juego después de superar un tumor cerebral.
El calvario de la ex del Barça comenzó en mayo de 2020, un dolor de cuello que no se acababa de ir, mareos… Por fortuna, al ser una deportista de élite y estar tan controlada, en seguida se sometió a pruebas médicas que acabaron detectando un tumor en el cerebro. Inmediatamente pasó por quirófano y comenzó un largo camino llego de sesiones de quimioterapia, radioterapia… meses en los que vio su cuerpo debilitarse hasta llegar a los 40 kilos y casi no poder sostenerse en pie.
Fueron semanas muy duras, incluyendo un confinamiento muy estricto por la pandemia, ya que no podía arriesgarse a contagiarse con las defensas tan bajas. Y cuando al fin comenzaba a ver la luz, la vida le había guardado otro duro golpe. En junio de 2021, mientras conducía junto a su madre, una camioneta golpeó violentamente el coche por detrás. Ella salió ilesa, pero su madre acabaría parapléjica. “No podía entender por qué estaba pasando esto si nunca he sido una mala persona”, explica Virginia a The Guardian, aún incapaz de explicarse todo lo vivido estos últimos años.
Si superar un tumor cerebral había sido difícil, el accidente de su madre le asestó la punzada definitiva. “Estaba hundida”, reconoce mientras explica la depresión en la que cayó. “Pasaría por el cáncer quince veces más. ¡Quince! Solo porque mi mamá volviese a caminar”, asegura incapaz de contener las lágrimas.
La futbolista llegó a plantearse colgar las botas, pero su familia consiguió que mantuviese la fe y finalmente, 683 días después, volvió a pisar el verde. Fue en Enero de 2022, en la Supercopa que se jugaba en Las Rozas y ante su ex equipo, el Barcelona. Faltaban cinco minutos para el final y, aunque el Atlético había perdido el encuentro, el resultado pasó a un segundo plano. Todas las miradas y los aplausos fueron para una Virginia que volvía a ser futbolista después de un tremendo calvario. El manteo de las jugadoras del Barça su antigua compañera es ya una de las imágenes más icónicas de la historia del fútbol femenino de este país.
El diario The Guardian premia cada año un futbolista –hombre o mujer- por sus logros fuera de los aspectos puramente deportivos, ya sea superando alguna adversidad o dando un ejemplo de deportividad o de solidaridad. El año pasado, el galardón fue para el danés Simon Kjaer, por su rápida reacción cuando Christian Eriksen se desplomó durante la Eurocopa sufriendo un paro cardíaco.
Comenta esta noticia
Los comentarios están desactivados temporalmente. En breve estarán disponibles de nuevo.