Alineaciones:

RCD Mallorca: Rajkovic; Maffeo, Valjent, Copete, Costa (Antonio Sánchez, 62′); Morlanes (Grenier, 82′), Baba, Ruiz de Galarreta; Ndiayé (Dani Rodríguez, 62′), Muriqi, Kang In Lee.

Cádiz CF: Ledesma; Carcelén, Hernández, Fali (Arzamendia, 92′), Espino; Escalante, San Emeterio (Rubén Alcaraz, 66′); Ramos, Sobrino (Choco Lozano, 80′), Alejo (Bongonda, 66′); Guardiola (Negredo, 66′).

Goles: 1-0 Maffeo(15′).

Árbitro: José María Sánchez Martínez asistido en bandas por Raúl Cabañero Martínez y Juan José López Mir. 4º árbitro Jorge Tárraga Lajara. VAR Santiago Jaime Latre. AVAR1 Xavier Estrada Fernández.

Tarjetas: amarillas para Manu Morlanes(31′), Jaume Costa(54′), Ruiz de Galarreta(58′), Kang In Lee(49′), Maffeo(95′) por el Mallorca; a Chris Ramos(7′), Alejo(64′), José Mari(68′), Escalante(75′) por el Cádiz.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de LaLiga disputado en el estadio Son Moix ante 15.377 espectadores. Los jugadores del Mallorca y Cádiz hicieron un pasillo al Mallorca Palma Futsal, campeón de la Liga de Campeones de fútbol sala. Carlos Barrón, capitán del cinco palmesano, hizo el saque de honor.

Comentario:

Fiesta por todo lo alto en Son Moix al dar cerrojazo virtual a la merecida, por trabajada, permanencia con gol de Pablo Maffeo.
Cierto que el partido no fue de los más brillantes, pero trabajado y luchado a muerte como lo ha hecho este equipo durante toda la temporada.
Decía Johan Cruyff que «jugar bien sin ganar no tiene sentido y ganar sin filosofía, tampoco». Si de algo jamás se podrá cuestionar a Javier Aguirre es de no tener una filosofía más que clara y mantenerse firme a ella, con la que ha obtenido su objetivo de forma más anticipada de lo esperado. Lo de jugar bien o menos bien es algo muy subjetivo, a cada uno nos puede gustar un tipo de juego diferente, pero lo evidente es que este grupo ha entendido a Javier Aguirre y ha llegado a sentirse cómodo ante apuestas más estilistas que acabarán preparando la próxima temporada pensando en volver a primera. «Cum finis est licitus, etiam media sunt licita», «cuando el fin es lícito, también lo son los medios» como decía el teólogo Hermmann Busenbaum aunque la frase se suela atribuir a Nicolás Maquiavelo en El Príncipe, en la que el autor justifica la imposición de cualquier teoría por parte del gobernante para mantener el poder. Pero maquiavélico sí ha sido Aguirre, si por ello se entiende astuto y engañoso, astuto a sido para engañar a los que veían al Mallorca en segunda y de su engaño dependerán ahora al haberse convertido en posible árbitro que puede decidir quien acompañará al Elche. Felicidades por ello y que pase factura si lo cree oportuno, méritos de sobra le avalan.
El partido en sí ha tenido poca historia, aunque suena paradójico por la historia que ha escrito. El Mallorca salió con mucho ímpetu con presión alta en busca del gol que llegaría al cuarto de hora, lo marcó Pablo Maffeo de cabeza un balón que venía del largero de la portería de Ledesma donde lo había enviado Baba de gran cabezazo a la salida de un córner botado por Baba. El Cádiz pareció tocado y tardó en reaccionar, cuando lo hizo se hizo con el total dominio del partido aunque nunca pudo con la defensa bermellona y se llegó al descanso sin sobresaltos. La segunda parte nada cambió, a pesar de los cambios de dibujo y de jugadores del equipo amarillo. Su dominio fu in crescendo pero el Mallorca supo mantener las embestidas sin demasiados problemas con su habitual orden y lucha. El Cádiz lo intentaba todo pero con más corazón que cabeza y fue el Mallorca quien pudo sentenciar en una contra, pero el cabezazo de Muriqi salió rozando el palo izquierdo de la portería visitante. En el último minuto le anularon el 2-0 a Kang-in Lee por fuera de juego, según el VAR lo fue por milímetros, arranca desde campo propio pero, en el momento del pase, una rodilla ya hacía sombra en campo rival.
Final y 44 puntos a la saca, un año más en la máxima categoría y a disfrutar de los 4 partidos que quedan.

Toni Ferrer para Fútbol Balear.