Alineaciones:
Girona FC: Gazzaniga; Yan Couto, David Lopez, Èric (Juanpe, 65′), Blind, Miguel; Aleix García, Herrera (Pablo Torre, 75′); Tsygankov (Portu, 62′), Iván Martín, Sávio (Valery, 76′); y Dovbyk (Stuani, 62′).
RCD Mallorca: Rajkovic; Maffeo, Valjent, Van der Heyden (46′), Jaume Costa (Lato, 65′); Morlanes (Larin, 65′), Samu (Antonio Sánchez, 78′); Dani Rodríguez, Sergi Darder; y Muriqi (Abdón, 78′).
Goles: 0-1 Muriqi(4′), de penalti, 1-1 David López(26′), 2 -1 Dovbyk(33′), de penalti, 3-1 Iván Martín(37′), 4-1 Yangel Herrera(45′). 5-1 Sávio(57′), 5-2 Abdón(88′), 5-3 Abdón(90’+5′).
Árbitro: Pablo González Fuertes asistido en banda por Israel Barcena Rodríguez y Rubén Porras Rico. 4º árbitro Jorge Tarraga Lajara. VAR Carlos del Cerro Grande. AVAR Diego Sánchez Rojo.
Tarjetas: amarilla al local Iván Martín(79′) y a los visitantes Samu(31′), Jaume Costa(31′), Morlanes(33′), Dani Rodríguez(38′), Javier Aguirre(39′) y Nastasic(90’+1′).
Incidencias: Partido de la sexta jornada de LaLiga EA Sports, disputado en el Estadio Municipal de Montilivi ante 11.511 aficionados.
Comentario:
El Mallorca pierde en Montilivi por cinco goles a tres, resultado totalmente engañoso.
El partido dio comienzo con un Mallorca que provocó dos saques de esquina seguidos botados por Darder, que escuchó algunos abucheos recordándole su pasado perico. Esta embestida bermellona provocó un penalti cometido por Tsygankov. Muriqui se encargó de transformarlo en gol poniendo el 0-1 en el casillero.
El pobre Muriqi acababa de firmar su sentencia, todo el mundo sabía que desde este instante le tocaria luchar solo contra todos, ya que Aguirre mandaría todo lo que tiene a defender su área, cediendo el balón y el espacio al rival. El gran problema, a diferencia de Vigo, era que quedaban 88 minutos más los tiempos añadidos. Con el agravante de tener enfrente a un gran entrenador que empieza a recoger los merecidos frutos de llevar años trabajando apostando por un juego valiente, moderno, con multitud de variantes en el juego ofensivo, en función de la defensa contraría. Evidentemente la de Aguirre ya no sorprende a nadie y Michel sabía como, cuando y por donde derribar el muro.
El Girona empezó la «máster class» de tener y mover el balón con rapidez y criterio, creando huecos donde no los hay en las defensas rivales y acabar las jugadas con peligro constante. No diremos lo de encerrar al rival en su área porque esto ya lo hace el Mallorca de Aguirre de motu propio. El gol del empate no podía tardar demasiado, con el apabullante dominio local. Fue a los 26 minutos obra de David López, quien perforó la portería mallorquinista tras varios rechaces.
Los jugadores locales no celebraron el gol por no perder tiempo, se dirigieron raudos y veloces al centro del campo, querían reanudar de inmediato el baño al que sometían al Mallorca y buscar la remontada que les dejaría líderes en la clasificación, esperando resultados de Barcelona y R. Madrid.
El 2-1 llegó a los 32 minutos, marcado por Dovbyk, al transformar un penalti cometido por Samu Costa, al llegar un pelín tarde a lo que hubiera sido plancha y por consiguiente «libre indirecto». Iván Martin, cuatro minutos después, consigue el tercero al aprovechar un pase de Savio tras realizar una gran jugada por banda izquierda.
A los 44 minutos, Herrera se une a la fiesta y consigue el 4-1 de auténtico golazo,. ante el desespero del bueno de Rajkovic que nada podía hacer.
Se llegó al descanso con este resultado, con un Girona que ya tenía firmada su quinta victoria consecutiva de esta liga, con juego brillante. Realmente ver jugar al equipo de Michel es una auténtica gozada de buen fútbol, con sus múltiples variantes mostradas en las 6 jornadas que llevamos de Liga. Aunque duela cuando le toca a uno, lo único que puedes hacer es aplaudir.
La segunda parte fue tal como se esperaba conociendo a unos y a otros.
El Girona bajando la tenacidad en la presión alta, innecesaria con el resultado conseguido en la primera, y no correr riesgos pensando en la visita que debe rendir al Villarreal el próximo jueves. Por supuesto sin perder el control del partido aunque ceda parte de la posesión.
Por parte mallorquinista, los cambios de siempre, intentando dar la impresión que vas a ser más ofensivo. Pero con un un entrenador que no aporta soluciones que puedan sorprender al rival y sin verse ningún plan mínimamente preparado, más allá de quitar jugadores de corte más defensivo por otros de corte más ofendivo poco se puede esperar. Lo que llegó fue el quinto del Girona obra de Savio, redondeando su buen partido.
Definitivamente, Michel hizo levantar el pie del acelerador y controlar con inteligencia, cediendo lo que algunos entenderán como reacción del Mallorca.
Abdón Prats, que había entrado en el minuto 77, consiguió un doblete a los 86 y 94 minutos dejando un engañoso 5-3 que puede dar impresión de partido disputado, cuando fue un baño total y absoluto de los de Montívili. Baño del cual Aguirre se proclamó único responsable. Como lo hizo del mal partido de Vigo, a pesar del resultado, donde los palos y Rajkovic le libraron de otra buena.
Visto lo visto estas 6 jornadas, donde Javier Aguirre no parece capaz de sacar mínimo rendimiento al esfuerzo realizado por la Secretaría Técnica y no poder dar un paso más allá de lo que todos ya conocen, quizas debería ser ésta quien lo diera moviendo el banquillo, tras agradecer los resultados obtenidos hasta la pasada temporada. Actualizar el juego del equipo a los tiempos actuales es tan, o más, importante que la modernización del Nuevo Son Moix.
Toni Ferrer para Fútbol Balear.
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