Alineaciones:

RCD Espanyol «B»: Anne Schmidt, Emma Ramírez(Lydia Rodríguez min.46), Julia Mora, Irene Corral(Sara Extremera min.46), Xenia Pérez, Andrea Martínez, Marta Llopis, Sandra Alberola, Elena Benítez, Yaiza Navarro(Ariadna Sánchez min.55), Laura Fernández(María Benedicto min.61).

Mallorca Toppfotball: Catalina Cueto, Verónica García Catalina Serra, Margalida Bennassar, Malin E.R. Hansen, Martine Kvamme, Margalida Cueto, Natividad Cano, Miquela Torrens, Ana M Frau, Tiril B. Kvarven.

Goles: 1-0 Elena Benítez min.6, 2-0 Elena Benítez min.34, 3-0 Emma Ramírez min.43, 4-0  Sandra Alberola min.44, 5-0 Laura Fernández min45, 6-0 Laura Fernández min.51, 7-0 Sandra Alberola min.69, 8-0 María Benedicto min.73, 9-0 Ariadna Sánchez min.82, 10-0 Sandra Añberola min.88.

Árbitra: Víctoria Petrova Borislavova asistida en bandas por Ainoa Casado Buendia y María Rodríguez Moyà.

Tarjetas: no hubo

Comentario:

Tarde dulce en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, que ha visto como el Espanyol B hace goles como quien hace churros a un Mallorca Toppfotball que no ha mostrado oposición en todo el partido. De hecho, el conjunto balear se lleva la goleada más amplia en lo que llevamos de Liga, superando el escandaloso 0 a 9 que le endosó el Collerense en la jornada 6.

Se respiran aires de cambio en el conjunto blanquiazul, azul. Las de Álex Moreno parecen saltar al terreno de juego con la goleada del Collerense en mente, como tratándose de un reto a superar. Si bien es cierto que el Espanyol, a pesar del buen juego, había acusado en las pasadas jornadas la falta de puntería, Elena Benítez encargaría de enviar este déficit a la papelera de la historia. Tan sólo seis minutos ha necesitado la delantera ‘perica’ para perforar la red rival, resolviendo con mucha clase un uno contra uno con la portera visitante. A partir de entonces, cascada de ocasiones del Espanyol, que ya no sabe qué más hacer para ampliar distancias en el luminoso. Julia Mora percute por la banda izquierda como una exhalación, convirtiéndose en un dolor de cabeza constante para el Mallorca Toppfotball. Pero el gol no llega y la portería visitante parece ir haciéndose más pequeña a medida que avanzan los minutos. Como invocando fantasmas del pasado. Unos fantasmas que sólo Elena Benítez podía asustar. Corre el minuto 34 y la atacante ‘perica’ define con convicción un centro para doblar la ventaja local.

Sin embargo, lo peor de la primera parte para el combinado mallorquín aún estaba por llegar. Y eso que el partido ya se instala en el minuto 42, justo cuando Julia Mora corona su enésima cabalgada por el flanco izquierdo con un disparo inapelable. 3-0. Pero a la fiesta blanquiazul aún le quedaba recorrido. Sandra Alberola no quiere llegar al ecuador sin dejar su rastro goleador y, como si el encuentro aunque fuera con empate a cero, anota sin piedad el 4 a 0. Las celebraciones de los goles comienzan a adquirir moderación. Y más cuando, en un abrir y cerrar de ojos, Laura Fernández obliga uno de los trabajadores del club a actualizar el resultado y colocar un 5 en el marcador. El silbido de la árbitra es sinfonía para las futbolistas del Mallorca Toppfotball, que enfilan hacia el túnel de vestuarios con la cabeza baja y en un silencio sepulcral.

En la reanudación, lejos de conformarse con el resultado y limitarse a mantener el control del esférico, el Espanyol sigue teniendo entre ceja y ceja la portería balear. Si Laura Fernández se había encargado de clausurar el festival goleador del primer tiempo, también sería responsabilidad iniciar el de la segunda parte. 6 a 0, y aún quedan 40 minutos de sufrimiento para el equipo visitante, para quien el tiempo avanza a velocidad de tortuga. Las dimensiones del campo se hacen eternas para las jugadoras de Leif Tsolis que, por motivos extradeportivos, no cuentan con ningún recambio en el banquillo. El monólogo blanquiazul azul no puede ser más evidente. Kael, la espigada portera local, adopta una postura contemplativa. Entre bostezo y bostezo y con los guantes para estrenar, le llega algún balón de sus compañeras, que la hacen partícipe de la construcción del juego. Transcurren unos minutos de tregua. El Toppfotball coge aire. El Espanyol toma aire. Aire que se convierte en el preludio de una última ondanada, que sacudirá el marcador hasta cotas inimaginables.

Sandra Alberola, como celosa de Elena Benítez y de Laura Fernández por el botín de goles conseguido, dibuja el 7 a 0 en el luminoso en el minuto 23. A medida que el Espanyol alarga distancias, la trascendencia de los goles cae en picado. Sin embargo, la octava diana blanquiazul rompe la dinámica y se convierte en la más festejada por el conjunto blanquiazul. María Benedicto, que llevaba casi dos años sin jugar, se funde en un sentido abrazo con sus compañeras. Tal vez habría sido especial que fuera ella quien pusiera punto final a la goleada ‘perica’, pero la ambición españolista pesa más en la balanza. Ari Sánchez pone el 9 a 0, igualando el hito del Collerense. El encuentro transcurre sin que se tengan noticias del Toppfotball, que se refugia en la retaguardia, tratando de impedir ser noticia por un nuevo récord goleador en contra. Desgraciadamente para sus intereses, vuelve a aparecer Sandra Alberola en la recta final del encuentro para ejecutar su hat-trick particular y para redondear 10 goles la actuación local.

Con este resultado, el Mallorca Toppfotball alarga su condición de colista de Segunda una jornada más, con 3 puntos en el casillero.

Redacción