Trece temporadas entre los mejores

13 jornadas en primera
13 Temporadas en primera

Sólo siete equipos continúan en Primera desde que el Mallorca retornara a la elite en la temporada 1997/98.

Trece es un número feo por haber estado siempre ligado a la superstición. Incluso el legendario piloto de motos Ángel Nieto siempre se refiere a 12 más 1 cuando habla de sus títulos mundiales. Pero es una cifra que para siempre estará ligada a la gloria del mallorquinismo. Trece temporadas consecutivas en Primera División es sinónimo de hacer historia. Jamás el club rojillo había estado más de tres campañas seguidas entre los mejores hasta que ascendió en Vallecas aquel mágico 29 de junio de 1997. Desde entonces el nombre del club siempre ha estado ligado a la anteriormente denominada Liga de las Estrellas. Es uno de los siete equipos que se ha mantenido en Primera durante este periodo de tiempo, junto a Barcelona, Real Madrid, Espanyol, Deportivo, Valencia y Athletic.

El triunfo de ayer ante el Getafe (2-1) certifica una trayectoria que da para escribir una novela de las buenas. No sólo por esta temporada, que ya daría para un auténtico ‘Best Seller’, sino por un ciclo en el que se ha vivido de todo menos un descenso. Héctor Cúper se encargó de poner en el mapa balompédico nacional a un pequeño club que no escondía su ambición. En su primer curso sorprendió a todos con su orden y efectividad y dejó al equipo en la quinta plaza. Pero como todo puede mejorar en el curso siguiente el Mallorca acabó tercero sólo por detrás de los grandes. Dos finales perdidas -Copa del Rey y Recopa- y una Supercopa reflejaba que las cosas se estaban haciendo bien.

No obstante, el mejor fútbol que ha visto el mallorquinismo es el que practicó el equipo de Luis Aragonés en la 2000/01. Etoo, Luque, Ibagaza y compañía deleitaron con su velocidad y pegada en una temporada en la que volvió a quedar tercero con sólo nueve puntos menos que el campeón Real Madrid. Esos 71 puntos son el récord en Primera de los de Son Moix, un balance difícil de superar. A partir de ahí llegaron las ‘vacas flacas’. El Mallorca empezó a coquetear con el descenso, aunque jamás llegó a ennoviarse. Como en la temporada 2001/02, en la que se salvó gracias a un triunfo en la última jornada en casa ante el Valladolid.

No obstante, pocas veces se ha producido un milagro deportivo tan increíble como en el de la 2004/05. El Levante sacaba once puntos a falta de siete jornadas a un Mallorca desahuciado, pero otra vez Cúper y el desquicio de los valencianos provocó que se salvara en el último suspiro con sólo 39 puntos. Jamás ningún club había permanecido en la elite con una puntuación tan baja. Eso fue un gran susto que duró hasta que no se sentó Gregorio Manzano en el banquillo. El entrenador que ya le había dado una Copa del Rey en 2003, volvía con la obligación de aportar tranquilidad deportiva a la entidad. Y lo consiguió.

La pasada temporada rozó la UEFA con una plantilla que contó con el pichichi Güiza -27 goles- entre sus filas. El desmantelamiento del vestuario de Son Bibiloni hizo temer lo peor en el presente curso cuando al final de la primera vuelta sólo sumaba 14 puntos. Pero este club vuelve a estar fuerte como un roble, al menos sobre el césped.

RCD MALLORCA

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