Pili Espadas sigue incombustible como jugadora más veterana del CD Collerense de Segunda femenina. La capitana de las palmesanas afronta esta temporada el reto de ascender a la categoría de nueva creación llamada Primera B. Una división que tendrá dos grupos de diciséis equipos en cada uno y que tratará de profesionalizar la segunda categoría del fútbol femenino nacional. Inmersar en la lucha por el objetivo, sobresale la figura de la campeona del Mundo Cata Coll. La joven portera del club del Coll d’en Rabassa acapara portadas y mucha atención mediática en el que puede ser su última campaña en la isla.

Tomeu Terrasa: ¿Sigue siendo complicado compaginar su vida con el fútbol?

Pili Espadas: Lo intentamos. Además de trabajar, el fútbol ocupa buena parte de las 24 horas que tiene el día. Además de jugar y también entreno fútbol base.

¿Qué nos puede contar del fenómeno que se ha levantado en torno a Cata Coll?

No para. Ahora se ha ido a Madrid para concentrarse con la selección sub19 durante quince días. El equipo respeta mucho todos esos homenajes como los que han recibido otras compañeras. Tenemos que disfrutar de ella porque en breve tendrá que partir de la isla.

No nos merecemos jugar sobre cemento estando en la élite porque este año hemos tenido muchas lesiones.

¿Se ausenta mucho?

No nos hace ningún favor quedarnos dos partidos sin ella ahora que nos jugamos la temporada. Pero es lo que hay cuando tienes a una compañera internacional y más que la liga no para en los partidos de selecciones sub19.

¿Ya tiene arreglado su futuro?

Imagino que sí. Todavía no ha dicho nada porque su ilusión es ascender a Primera B y el futuro se verá. El papel que está ofreciendo le da todo el crédito para jugar en Primera.

Las que se van siempre tienen un recuerdo y no se olvidan del Collerense…

Nuestro club es humilde y la gente que juega lo hace por amor al arte. Todas las jugadoras que han pasado por aquí tienen una calidad humana que las hace más grandes cuando salen a jugar fuera. Eso suma y la verdad es que es de admirar.

Teniendo una campeona del mundo y todo el revuelo, juegan en un campo que no está en las mejores condiciones…

Jugamos sobre cemento. Es una vergüenza y estamos cansadas de repetirlo por activa y por pasiva. Hay clubes como el Barça, Athletic Club o Atlético que han jugado aquí y se han quejado. No nos merecemos esto jugando en la élite porque este año hemos tenido muchas lesiones de esguinces y rodilla. El fútbol base también lo está sufriendo.

El papel que está ofreciendo Cata Coll le da todo el crédito para jugar en Primera.

¿Cómo ve la situación para ascender?

Suben cuatro y vamos quintas a dos de las cuartas. Quedan todavía duelos directos y hay que competir hasta el final. Debemos darlo todo porque somos el club humilde de la categoría. Que no nos den por muertas hasta el final.

¿La Primera B será más profesionalizada?

Habrá dos grupos de dieciséis y quieren una segunda categoría fuerte y competitiva. La idea es estar allí pero habrá presupuestos mucho más altos y filiales con jugadoras de muchísima calidad. Somos las pobres pero daremos la cara.

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