Seis de los jugadores que alineó el Rápid el sábado y su propio técnico se fueron del Sant Jordi a principios de temporada, lo que obligó a que los verdinegros tuvieran que hacer un conjunto completamente nuevo.
Los jugadores de ambos equipos estaban ´picados´ y los locales reconocen que tenían «una espina clavada». Su técnico, David Torres, que ya había ascendido al Atlético Jesús hace dos campañas, pasó un video motivador a sus futbolistas durante la semana.
SANT JORDI | SEBASTIÁN CANDELA La celebración del Sant Jordi por ascender a Liga Nacional acabó ayer por la mañana. Había mucho que festejar y también espinas clavadas que el sábado, tras el partido, se extrajeron y dejaron de sangrar. Se había conseguido subir de categoría y pasar página de las diferentes historias que ha tenido este primer e histórico ascenso del Sant Jordi juvenil a categoría nacional.
«Todos teníamos una ´espinita´ clavada porque tuvimos que hacer un equipo completamente nuevo a principios de temporada ya que siete jugadores (Sergio, Sergio Cardona, Miguel Ángel, Juan Carlos, Pepillo, Emel y Álex) y el propio entrenador (Carlos Marí) se marcharon del Sant Jordi al Rápid para intentar subir con ellos. Eso hizo que tuviéramos que partir de cero y hacer un conjunto completamente nuevo. De hecho, en el actual plantilla sólo Pons y ´Joanqui´ estaban el año pasado. El resto son nuevos y vinieron sobre todo del Portmany y del Jesús», dijo ayer el técnico David Torres, que ya había conseguido el ascenso a esta misma categoría con el Atlético Jesús hace dos campañas, pero la temporada pasada fue destituido en el mes de noviembre. Torres, sin embargo, no dijo si el Portmany o el Jesús también se enfadaron con él.
Para este joven técnico el secreto de su equipo ha sido «la ilusión» que han puesto sus futbolistas durante toda la temporada, especialmente en su campo, donde no han perdido ningún encuentro. «Es un buen grupo, muy trabajador, disciplinado y que se merecía el premio del ascenso porque han trabajado mucho para conseguirlo», añadió Torres, que quiso destacar asimismo la labor que ha hecho el preparador físico Andrés Villén.
Sobre el partido del sábado el entrenador dijo que su equipo fue «superior», aunque reconoció que salió demasiado nervioso, muy ansioso, «pero cuando los jugadores se calmaron empezaron a superarles en todas las facetas».
David Torres preparó a conciencia el match en el que había tanto en juego: el título de campeón, el ascenso y el ´pique´ que había entre los jugadores, ya que en la Liga regular ambos clubes empataron sin goles los dos partidos que jugaron y en el de Preferente el Rápid se impuso 1-0. «No había mal rollo, pero sí que estaban picados los chavales por todo lo que se ha acumulado a lo largo de la temporada», según Torres.
El técnico inclusive realizó un video que proyectó a su equipo esta semana. En el mismo se veían jugadas de los integrantes de la plantilla y frases motivadoras, imitando el estilo que ha impuesto Pep Guardiola para estimular a sus jugadores y la verdad es que funcionó porque sobre el terreno de juego se dejaron el alma por ganar. En algunos momentos del encuentro saltaron chispas, tal vez por un exceso de ánimos, que coincidieron con los minutos posteriores al 2-1 del Sant Jordi, cuando el Rápid veía como se esfumaban sus ilusiones porque habían hecho casi lo mismo que su contrincante, pero, además, había una diferencia a su favor: ellos eran los campeones de la fase regular y habían soñado muchas noches con el regreso a la Liga Nacional. No pudo ser. El equipo de Vila, de una innegable calidad técnica y táctica, tuvo que ceder ante su peor rival en el peor momento. Pero eso ya es otra historia.
Diario de Ibiza
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