El presidente de la Junta Gestora, Andoni Valencia, y el socio Ibon Begoña, firmaron el acta de disolución. El ex gerente se quedará como liquidador único y tramitará la documentación pertinente al Govern y a la Federación.

«Si esto está muerto, hay que enterrarlo». Así de explícito se mostró Andoni Valencia, presidente de la Junta Gestora de la Unión Deportiva Ibiza-Eivissa, que ayer, junto al socio Ibon Begoña, fueron los únicos que firmaron el acta de disolución del club, a pesar de que había otros tres socios más (Braulio Díaz, Marci Rojo y Damià Massanet) que no aparecieron por las oficinas del estadio de Can Misses.

La defunción del club de Vila se firmó a las 21 horas de ayer lunes después de casi dos años de penurias económicas y de cambios en la presidencia.

Según el artículo 70 de la Federació de Futbol de les Illes Balears, tras la decisión de la disolución, cesarán «todos los cargos de la Junta Gestora y se convierten en liquidadores». En este caso, y por decisión entre los dos socios asistentes, Valencia será el liquidador único. «Me encargaré de darle las explicaciones oportunas a todos aquellos que me las pidan y de hablar con la Federación, pero que quede claro que yo no tengo ninguna responsabilidad. El Ibiza no tiene ningún bien a su nombre y lo que tengan que hacer los acreedores ya es cosa suya», explicó el ex gerente del club ibicenco.

Tras el trámite de ayer, el acta y toda la documentación pertinente se enviará a la Dirección General de Deportes del Govern y a la Federación balear.

De esta forma, las copas, trofeos y otros elementos que había en las oficinas de Can Misses quedarán almacenados en un cuarto del estadio. A día de ayer, el local donde se hacía el día a día del Eivissa estaba lleno de cajas embaladas y tan sólo quedaban escasos muebles, ya que el Ayuntamiento ya ha reclamado esta instalación.

Andoni Valencia declaró que los responsables de todo lo sucedido han sido «los directivos» que estaban junto a Pedro Ortega. Por su parte, Ibon Begoña cree que se llegó a esta situación por «el dinero». «En cuanto empezó a faltar dinero las cosas no han funcionado como se pensaban», indicó.

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