Alineaciones:
Cide: Damian Garcia, Hugo Zamora, Amadou Konate, Ismael Ramon, Angel Jimenez, Pau Mateu, Saul Bautista, Pedro Garcia, Alberto Sanchez, Xavi Balaguer y Alexander S Olowu.
Sustituciones: Jefferson M PiÑan, Juan A Naranjo, Iago Alvarez, Marco Jaume y Alfredo Rodriguez
Calvia Atº del C.: Francisco Javier, David Ruso, Louis E Reimerdes, Ignasi Vizoso, Jordi Guarnizo, Hallen Omar, Amador Rodriguez, David Rubio, Matias Ferrer, Agustin N Flores y Miguel Suau.
Sustituciones: Alejandro Feliu, Carlos Frutos, Anton Dutton, Sergio Gonzalez y Ignacio Pintos
Goles: 1-0 Alberto Sanchez (min 5), 1-1 Jordi Guarnizo (min 9), 1-2 Hallen Omar (min 16), 2-2 Hugo Zamora (min 17) y 3-2 Xavi Balaguer (min 90)
Árbitro: Federico Javier Saiz Villares. asistido por Jaume Xavier Noguera Cuart y Alejandro Gonzalez Contreras.
Tarjetas: Ismael Ramon (amarilla, min 9), Alexander S Olowu (amarilla, min 51) y Hugo Zamora (amarilla, min 60) para el Cide. Ignacio Pintos (amarilla, min 77) para el Calvia Atº del C..
Comentario:
Si lo ocurrido en la primera jornada en Son Rapinya será lo habitual durante esta temporada habrá que ir preparando el Trankimazin. Como decían los clásicos, el del sábado por la tarde-noche fue un partido no apto para cardíacos. El resultado final 3-2 le permiten al Cide sumar sus primeros tres puntos y al Calviá demostrar que será, sin duda, un equipo competitivo en esta más que interesante Liga Nacional Juvenil 2019-20.
Tras una más que irregular pretemporada, y tras las noticias acaecidas en las últimas horas, el Cide se presentaba en Son Rapinya con ciertas dudas, para que nos vamos a engañar. Es justo en esas condiciones complicadas donde los equipos sacan su raza y su capacidad competitiva. El de ayer fue un buen ejemplo. El rival de turno, el Calviá Atco, un recién ascendido que tiene muy claro a lo que juega y lo traslada al campo de una forma clara y contundente. Podríamos, si me apuran, hablar de estilos de futbol antagónico. El Cide busca tener el balón, montar su juego desde el cancerbero y salir con el esférico controlado asociándose en todas las líneas. El Calviá todo lo contrario, fútbol directo, segundas jugadas, balón parado y contundencia defensiva son las claves de su juego. Ni en una ocasión salió el Calviá desde su portería con el balón controlado, siempre buscaron el desplazamiento largo con el potente saque de su cancerbero. Lo dicho, estilos antagónicos, ambos dos respetable y que tuvieron sus momentos álgidos en los 90 minutos del partido de ayer ya que, como veremos, hubo alternativas claras en el juego.
El inicio del partido fue trepidante, eléctrico, … a los 17 minutos, el público congregado en Son Rapinya ya había disfrutado de 4 goles, el marcador en esos momentos era 2-2. El Cide entró muy bien al partido, el balón llegaba rápido a las bandas donde el dúo Alex Olowu/Amadou Konate por la izquierda y la verticalidad y velocidad de Saúl Bautista por la derecha hacía mucho daño a la defensa calvianera. A los cinco minutos una incursión precisamente de Alex Olowu por su banda acaba en un centro chut que sorprende al cancerbero visitante y el rechace de éste es aprovechado por Alberto Sánchez, siempre atento dentro del área, para abrir el marcador. Alguien pudo pensar que con el 1-0 a los cinco minutos y con un recién ascendido el partido estaba encarrilado, nada más lejos de la realidad. El Calvia se sobrepuso a ese gol inicial, vamos si lo hizo. En 10 minutos había volcado el marcador y en el minuto 16 ha estábamos con un 1-2 en el marcador. La remontada vino gracias a esas herramientas que comentábamos antes de los calvianers. El 1-1, de penalti transformado por Jordi Guarnizo, viene precedido por un balón directo desde su línea defensiva que es mal defendido por el Cide y que le permite al delantero visitante entrar en el área donde es derribado. El 1-2, obra de Hallen Omar Guerrero, es un remate en el área tras falta lateral. En mi opinión, la defensa estudiantil estuvo algo blanda en ese segundo gol. Sin posibilidad de reponerse, en un rechace tras saque de esquina, Hugo Zamora se saca una volea de la chistera que besa las mallas visitantes, el portero del Calviá sólo pudo seguir la trayectoria del balón con la vista, imparable. 2-2 y sólo estábamos en el minuto 17, una locura. Era obvio que esa ritmo era inaguantable durante 90 minutos. Posiblemente por esa pausa que se dio tras el fulgurante inicio de partido el Cide empezó a dominar el encuentro. Pedro García Bussy, Pau Mateu y un impresionante ayer Xavi Balaguer empezaron a mandar en el centro del campo. Los colegiales se adueñaron del balón y con la rapidez y contundencia mostrada en las bandas parecía que la remontada era cuestión de minutos. El gol no llegó, la tuvieron Alberto Sánchez, Pau Mateu, Saúl Bautista … pero el balón no entró y nos fuimos al descanso con ese 2-2.
Los primeros minutos de la segunda parte siguieron por esos derroteros, el Cide dominador y el Calviá agazapado atrás buscando su oportunidad con su fútbol. La tuvo Pau Mateu a los pocos minutos de la reanudación y tras falta lateral pero su remate, inexplicablemente, se fue alto. No llegaba el gol y la ansiedad pareció apoderarse de los colegiales. A medida que iba avanzando el partido el fútbol directo del Calviá se iba imponiendo y los colegiales parecían diluirse, fueron los mejores minutos de los visitantes. Más de un seguidor de los colegiales firmaba el empate final en esos momentos del partido. Los locales buscaron el revulsivo en el banquillo. Se optó por cambiar a los hombres de banda, tan incipientes en la primera parte, para buscar frescura en ataque. El primer cambio supuso la entrada de Marco Jaume que estuvo muy bien en los minutos que salió y que volvió a hacer daño a la rocosa defensa visitante. El resto de cambios modificaron algo el dibujo de los colegiales dando la sensación que se renunciaba a la bandas para jugar algo más por dentro. Mientras tanto el Calviá a lo suyo, balón directo, faltas laterales, … El Cide aprendió de la primera parte y defendió mejor esas dos circunstancias del juego. Los minutos iban pasando y el resultado no se decantaba ni para un lado ni para otro. Cuando todos pensábamos que el partido acabaría en tablas, y a los tres minutos del descuento, emergió la figura de Xavi Balaguer que con un oportuno testarazo dentro del área batía a Francisco Verger, 3-2. El Calviá tomó de su medicina ya que el gol local viene precedido de un balón parado y de una segunda jugada, cosas del fútbol. No hubo tiempo para más.
En definitiva, un buen partido donde hubo de todo, alternativas, goles, emoción, … que enfrentó a dos rivales que, cada uno con su estilo, darán que hablar en esta emocionante Liga Nacional Juvenil.
Para concluir, nobleza obliga, unas muy breves palabras de agradecimiento para un grande, con mayúsculas, del fútbol, ERNESTO “PINOCHO” VARGAS. Profe, su gesto lo enorgullece como hombre de fútbol y, sobretodo, como persona. Como le dije ayer en privado, gracias por todo, sin más.
Joan Mateu Barceló para Fútbol Balear.
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