Villodre no seguirá en el club después de diez años vistiendo la camiseta peñista, los últimos cinco como primer capitán.

PACO MURILLO La Peña Deportiva destinará alrededor de 160.000 euros de su presupuesto a pagar a la primera plantilla del equipo que jugará la temporada que viene en Tercera División.

Según ha podido saber Diario de Ibiza, el club de Santa Eulària ha rebajado aproximadamente un 20% este apartado. Esto supone algo más de 30.000 euros menos para fichajes, renovaciones y pagos al primer equipo.

En cuanto a sueldos se refiere, la mayoría de los futbolistas estarán por encima de los 1.000 euros de salario, a los que el club también dará una compensación de unos 300 euros para costear el alquiler de los pisos o apartamentos en los que estén alojados.

La crisis económica mundial está afectando al mundo del fútbol y los dirigentes de la Peña se han visto obligados a recortar los emolumentos de sus jugadores. Recortes que en algunos casos han rondado el 50%, como manifestó el técnico de la entidad pitiusa, Luis Rueda, en la edición de ayer de este rotativo.

El club pitiuso aún no ha cerrado el presupuesto del curso 2010-11. Entre otras partidas, todavía siguen pendientes de cobrar 60.000 euros de ingresos publicitarios.

La comisión deportiva de los santaeularienses continúa trabajando para cerrar el capítulo de renovaciones. En la Peña quieren que Nacho del Moral, que fue su mejor jugador la pasada temporada, dé una respuesta definitiva a la oferta de continuidad que tiene encima de la mesa. En el club no desean que este asunto se dilate demasiado, ya que en caso de que el extremo no decida seguir deben deshojar la margarita con los posibles sustitutos del catalán.

El que tiene claro que no va a volver a vestir los colores de la Peña Deportiva es Nacho Villodre. Después de diez años en la entidad santaeulariense, los últimos cinco como primer capitán, la etapa del central madrileño con los peñistas ha llegado a su fin: «Me han hecho una oferta y no la he aceptado», declaró. Villodre no descarta incluso colgar las botas.

Diario de Ibiza