Llorenç Serra Ferrer se da quince días de plazo para encontrar propietario al 38 por ciento de las acciones del Real Mallorca restante que todavía está en posesión de Mateu Alemany. No se va a precipitar. De hecho, ni tan siquiera ha decidido si este porcentaje lo ostentará una sola persona o estará repartido entre varias para que nadie tenga una mayoría demasiado grande. A la hora de tomar decisiones importantes podría ir en su contra que hubiera un consejero con mucho poder. Sea quien sea, la cantidad que deberá desembolsar es de 800.000 euros.

El pobler tiene varias opciones sobre la mesa, pero es consciente de que la decisión es demasiado importante como para no analizarla a fondo. Hasta el momento, de la opción de compra que rubricó con el propio Alemany, su grupo sólo ha podido cubrir el sesenta por ciento, por lo que habrá que esperar al menos dos semanas para conocer la configuración definitiva del Consejo de Administración del Mallorca.

Una vez ya ha dado el paso, Serra Ferrer, que ocupará una de las vicepresidencias y será el máximo responsable del área deportiva, quiere tener la tranquilidad de que ha tomado la decisión acertada. Una mala elección, o un candidato que no genere consenso en el grupo que encabeza, puede traerle problemas a medio plazo. El ex técnico del Mallorca, Barcelona y Betis, entre otros, lidera el grupo de pequeños inversores de la entidad. Aporta 300.000 euros de los 1,2 que conforman este sesenta por ciento de las acciones. El economista Pere Terrassa, el hotelero Jaume Cladera, la familia Nadal, el empresario Biel Cerdà y el diplomático Josep Pons, que será el presidente, pagaron unos 100.000 euros cada uno. Todos ellos tienen además silla en el Consejo de Administración. Ahora habrá que esperar para saber quién es el elegido para acompañarles.

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