Era el momento culmen de la celebración tras el paseo de los campeones por las calles de Madrid. Tras el recorrido triunfal en el autobús descapotable, los héroes llegaron al lugar de reunión de los aficionados. El animador, Carlos Latre, dió la bienvenida a cada uno de los veintitrés jugadores, que iban acompañados por el cuerpo técnico y todas las personas que han conformado la delegación oficial de España en el Mundial de Sudáfrica. Una vez en el escenario, se desató la locura colectiva. Con los jugadores bailando al ritmo de la música, y entregando la Copa del Mundo a la afición, el capitán tomó la palabra para agradecer el apoyo de los aficionados. A continuación, Iniesta y Villa hicieron lo propio, igual que Vicente del Bosque.

Y llegó el turno de Pepe Reina, que como hiciera tras el triunfo de la Eurocopa en Austria, presentó con su estilo particular a los veintitrés internacionales. Era el momento más esperado de la noche y no defraudó. Cada uno de ellos fue saludando, antes de que se presentara en el escenario el cantante David Bisbal, que interpretó la canción oficial del Mundial en su versión española. El almeriense arrancó a corear a alguno de los jugadores. Tras la canción de Bisbal, llegó el remate con el «Viva España» de Manolo Escobar, al que se unieron todos los artistas que habían amenizado la espera durante la larga tarde en la Explanada del Rey. Fue el fin de fiesta perfectó entre la afición y los campeones del mundo, que acto seguido se marcharon a cenar junto a sus familias en el Mesón Txistu. Así se cerró el día después de la proclamación como campeones del Mundial Sudáfrica 2010.

RFEF