Una puesta a punto diferente

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Mati Rosa y Diego Quintela afrontan la fase final de sus respectivas lesiones en una situación extraordinaria por el estado de alarma decretado en España. Ambos afrontan el parón como una oportunidad para poder regresar a las pistas en cuanto se reanude la competición pero conscientes de que el confinamiento es un ‘handicap’ para sus tareas de puesta a punto.

La situación que se vive en estos momentos en el país tiene efectos en el plan de recuperación de Mati Rosa y Diego Quintela que estaban en una fase en la que ya les tocaba empezar a entrar progresivamente con el grupo para realizar un trabajo más específico pero que el confinamiento lo impide y, aunque el parón les permite ganar tiempo, hace que tengan que realizar esta parte del proceso de forma individualizada. En este sentido, el preparador físico del Palma Futsal, Joan Llompart, explica esta doble lectura de la situación en el caso de estos dos jugadores, que realizan doble sesión de trabajo: “Lo podemos ver desde dos puntos de vista. Uno positivo porque esto ha retrasado la competición y si se vuelve a reanudar posiblemente Vadillo podrá contar con ellos dos. La parte negativa es que la fase de recuperación en la que están necesitan entrar progresivamente con el grupo aumentando el volumen de trabajo específico y esto, ahora mismo, no se lo podemos dar. Por eso ellos hacen el trabajo que se la da a todo el equipo para hacer en casa y además hacen cuatro sesiones semanales de un trabajo más dirigido donde trabajan las habilidades básicas con el balón”. Los jugadores coinciden con esta lectura y aunque, como dice Mati, “este parón me afecta porque estaba en una fase de recuperación donde necesito hacer trabajos en pista con balón, no tengo el espacio necesario en casa”, toca pensar en positivo y pensar que el paréntesis de la competición les podría permitir el regreso a las canchas. “Nos viene bien porque es un tiempo que puedemos trabajar en casa para recuperarnos del todo y poder ayudar a los compañeros en cuanto se acabe esta situación”, explica Diego Quintela.

El hecho de que todos los equipos estén en la misma situación que el Palma, sin poder entrenar en pabellón ni en grupo, hará que en el momento de reactivar la maquinaria todos estén en el mismo punto de partida físico. Eso facilitaría la readaptación de los lesionados al juego porque será una especie de pretemporada: “la parte buena del parón es que todos estamos en las mismas condiciones y cuando llegue la hora de volver a entrenar y competir, estaremos todos físicamente en las mismas condiciones o casi iguales”, confiesa Rosa. Ambos también coinciden en que el fútbol sala e incluso sus recuperaciones pasan a un segundo plano porque lo más importante ahora es trabajar todos para superar la difícil situación social y sanitaria del momento. “Lo peor es el motivo. Ojalá fuera todo de otra manera y no tuviéramos que estar pasando todos por este mal trago. Lo principal es que todo esto se normalice y al final el fútbol sala es un espectáculo que todo el mundo quiere ver pero antes tenemos que solucionar entre todos un problema muy grande”, analiza Quintela con el apoyo de su compañero que añade que “nuestra recuperación pasa a un segundo plano porque lo importante es la salud de todos y hacer todo esto lo más ameno posible”. Los esfuerzos se centran en superar al Coronavirus y aportar cada uno se granito de arena para que esta situación se pueda superar lo más pronto posible para que Son Moix vuelva a vibrar con el Palma Futsal y sus jugadores, quién sabe si entre ellos Mati Rosa y Diego Quintela, que esperan con ansia el momento en el que se puedan volver a sentir futbolistas.

Palma Futsal

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