Jaume Roures, presidente de Mediapro y potencial comprador del Mallorca, está estrangulado por las deudas. El ‘Murdoch español’ en su intento de convertirse en la versión milenarista de Jesús Polanco compró los derechos del fútbol y la Fórmula 1- lo que parecía ser la panacea- pero hasta el momento no le están dando los resultados esperados, más bien al contrario.
La Liga tiene los peores índices de audiencia de su historia -y todo apunta a que a la Formula 1 le va a ocurrir algo parecido- y aun así La Sexta ostentará a partir del año que viene los derechos deportivos de todos los clubes excepto tres, Atlético de Madrid, Betis y Getafe. Sólo por los derechos del Real Madrid Roures desembolsará más de 1.100 millones de euros en los próximos cinco años, según publica elconfidencial.com.
Arrebatar a Telecinco las carreras de Fernando Alonso y compañía le costó a Roures la friolera de 200 millones de euros pero no encuentran la manera de rentabilizar la que se suponía iba a ser la gallina de los huevos de oro.
Las posibilidades de Roures de sacar a flote la patera en la que se ha montado pasan porque la TDT de pago salga adelante para poder poner en ella un mercadillo deportivo en el que vender toda la mercancía que se ha comprado. Pero este salvoconducto depende de la decisión del Gobierno. Un Gobierno que, eso sí, le es afín.
La loca ambición del posible futuro presidente del Mallorca, cazado en la crisis económica, le ha llevado al borde de la quiebra, al igual que a Juan Luis Cebrián y por eso ambos se encuentran en negociaciones para fusionar ambos grupos y de paso aunar esfuerzos para salvar a su padrino y protector, el presidente Zapatero, asegura la estrella digital. Unas negociaciones en las que entrará todo en juego: la fusión de Cuatro y La Sexta; el acuerdo o fusión de Mediapro y Sogecable; la posible desaparición del diario Público, que en poco más de un año ha protagonizado ya dos ampliaciones de capital y acumula pérdidas millonarias; y pacto y reparto de los derechos deportivos del fútbol.
Podría decirse aquello de Zapatero los cría, luego los enfrenta y al final los junta. No en vano es desde la Moncloa desde donde se pilota la salvación de estos dos poderosos grupos de comunicación socialistas, con influencias y ayudas de todo orden. Desde sugerencias a los grandes bancos y las cajas para que aguanten las deudas y renueven los créditos, hasta movilizando ayudas directas e indirectas, como el regalo de la publicidad de TVE, que para colmo tendremos que pagar todos los españoles a través de un nuevo impuesto.
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