Jandro, exjugador azul y del Mallorca B, cree que la presión en el feudo azul será clave.

No me gusta el rival, es un gran equipo que se caracteriza por el buen trato del balón». Son palabras de Jandro, exjugador oviedista que militó hace un año en el Mallorca B. El medio asturiano, que termina contrato este año con el Mérida, cree que la eliminatoria se decidirá en el partido de vuelta, un campo (Son Bibiloni) «abierto, sin presión y donde no suele ir mucha gente».

Jandro también estuvo a las órdenes de Jaume Bauzá, un técnico «al que le gusta tocar el balón, tener posesión y elaborar las jugadas». El punto débil del conjunto balear, según el jugador asturiano, es la estrategia, «donde creo que lo pasarán mal». Lo que está claro es que «no es el mejor sorteo posible, aunque mejor que otros equipos como Palencia o Gimnástica»

PRESION El ambiente del Tartiere puede ser una de las mejores armas del conjunto de Raúl González, técnico oviedista. Y así lo ve también Jandro. «Lo pasarán mal, la presión del Tartiere les pasará factura porque son chavales jóvenes y no están acostumbrados a este tipo de partidos», indicó.

A pesar de la condición de buen equipo, Jandro cree que en el Tartiere el Mallorca B «no saldrá con la misma alegría de otros partidos», sino que «se replegarán» y tratarán de sacar un buen resultado «e intentar rematarlo en casa». El exjugador azul tiene claro que será una eliminatoria abierta donde el Oviedo es favorito «porque tiene un equipo superior. Yo apuesto al 100% por el Oviedo». El jugador relató que este año «el ascenso tiene que ser sí o sí» porque desde el primer momento «se hicieron bien las cosas».

PLANTILLA El Mallorca B está formado por gente joven, en su mayoría sub-23, que buscan la proyección hacia el primer equipo. El conjunto balear sufrió una profunda remodelación a principio de temporada y del año pasado tan solo quedan cinco jugadores. En el mercado de invierno, el equipo se reforzó y tiene varios futbolistas que subieron este año del juvenil.

En la temporada regular tan solo ha perdido un partido y en casa se ha mostrado más fuerte –15 victorias y cuatro empates — que a domicilio, donde cosechó su única derrota ante el Binissalem. En su feudo ha marcado 53 goles y ha encajado 11 tantos. Unos números que no asustan al Oviedo, «un difícil obstáculo por el ascenso» –como lo define la web del club balear.

LA VOZ DE ASTURIAS