El presidente del Real Mallorca ofrece ahora más dinero a la empleada de la Embajada de España en Viena para evitar que el Gobierno de Austria se pronuncie sobre la denuncia por acoso sexual.

El presidente del Real Mallorca, Josep Pons, está intentando llegar a un acuerdo antes de que el Gobierno de Austria se pronuncie sobre la denuncia por acoso sexual en el ámbito laboral que interpuso una trabajadora de la Embajada de España en Viena. Pons ha contratado a una nueva abogada para hacer llegar a la Comisión de Igualdad su propuesta de retomar las negociaciones con la empleada a fin de llegar a un acuerdo y así evitar la decisión del Gobierno austríaco que, según explican fuentes cercanas al caso, sería desfavorable para el ex embajador.

Para lograr este acuerdo, Pons ha aumentado la indemnización que en un principio estaba dispuesto a dar a la denunciante. Las anteriores negociaciones fracasaron porque Pons se negó a que costara de forma oficial que él había tenido una conducta denigratoria con esta empleada, a pesar de que ofrecía una cantidad de dinero para solucionar el asunto.

Cabe recordar que este periódico desveló que Josep Pons había presionado a diversos trabajadores de la Embajada española en Viena y a sindicialistas de UGT en Madrid para instarles a no «hacer manifestaciones» en relación a su caso. Pons, que no informó de tener abierta esta investigación cuando Llorenç Serra Ferrer le propuso ser el presidente de la entidad, ha optado por desaparecer de cualquier acto relacionado con el club hasta que no haya una decisión del Gobierno austríaco sobre este asunto, cuyos momentos más comprometidos se produjeron cuando pidió a esta trabajadora que le ayudara a poner y quitar una media tras una operación en la rodilla estando, desnudo en una ocasión, y sólo con un albornoz en la siguiente.

El club, mientras tanto, quiere normalizar la presidencia y para ello se antoja imprescindible la marcha del diplomático, que oficialmente sigue siendo el máximo responsable institucional de la SAD balear aunque no desempeña ningún papel institucional y está apartado de la vida pública al estar implicado en un supuesto caso de acoso sexual. El ex embajador de España en Viena carece de apoyos en el consejo de administración, que espera que en los próximos días renuncie a su cargo.

ultimahora