Alineaciones:
Girona FC: Juan Carlos; Arnau Martínez, Bueno, Bernardo, Jairo (Juncà, min.80); Pol Lozano (Pablo Moreno, min.80), Aleix García, Borja García; Samu Saiz (Artero, min.65), Álex Baena (Ivan Martín, min.59); y Nahuel Bustos (Nauhel Bustos, min.69).
UD Ibiza: Parreño; Grima (Javi Lara, min.45), Goldar, Ibiza (Rubén, min.39), Escobar; Guerrero, Molina, Diop (Appin, min.63); Herrera (Davo, min.75), Villar (A. Jiménez, min.45); y Castel.
Goles: 1-0 min.16 Nahuel Bustos, 2-0 min.40 Bernardo, 3-0 min.45 Nahuel Bustos, 4-0 min.54 Álex Baena, 4-1 min.62 Goldar, 5-1 min.69 Stuani.
Árbitro: Iosu Galech Azpesteguia asistido en bandas por Álvaro Granel Peiró e Ion Rodríguez Portela. 4º árbitro Armando Ramo Andrés. AVAR Javier Iglesias Villanueva. AVAR1 Víctor Areces Franco.
Tarjetas: amarillas para el local Baena min.28 y para los visitantes Escobar min.32 y Álvaro Jiménez min.79
Incidencias: 4.827 espectadores en el Estadio de Montilivi.
Comentario:
La UD Ibiza ha sido un juguete roto en manos de un Girona demoledor que le ha dado un baño de fútbol y de goles en Montilivi, 5 a 1, donde la superioridad local ha sido total y absoluta. Todo ello a pesar del tímido intento de remontada de los insulares, que después de haber encajado cuatro tantos han visto la posibilidad de meterse en el partido con una diana de Goldar de córner y otra posterior, solo dos minutos más tarde y en otra acción a balón parado desde la equina, que ha sido anulada desde el VAR, no se sabe el porqué, y que hubiese supuesto el 4-2.
La primera parte dejó al descubierto las carencias del conjunto ibicenco para salir desde atrás con el balón controlado, por abajo, ante una presión bien ejecutada, como la que llevó a cabo el Girona, infinitamente mejor, más atento, más centrado, más rápido, más hábil… más de todo. Caricaturizó al Ibiza, en una palabra, que en toda la temporada no había dado una imagen tan pobre como la del acto inicial, para olvidar. O para recordar, para ver y aprender de todo lo que no hay que hacer si se pretende competir, dar el tipo, la talla.
Cierto es que las diferencias entre lo que es uno y lo que representa el otro a día de hoy son abismales. El club catalán tiene experiencia, calidad, historia y una meta clara: el ascenso. El ibicenco acaba de llegar al fútbol profesional, donde su bagaje se resume en lo que va de esta Liga.
Todo esto, sin embargo, no puede servir de disculpa ante el horrible y errático papel desempeñado en este acto, en el que encajó tres goles, pudo cometer un penalti y quedarse con 10 por la expulsión de Escobar, que ya se había ganado una amarilla en una acción anterior. Aunque ni el árbitro ni el VAR consideraron esta posibilidad. Lo discutió el técnico local, Míchel, que con sus protestas se ganó la roja directa y tuvo que abandonar el banquillo para seguir el encuentro desde ese momento en la distancia de la grada.
Bustos abrió la lata con un remate picado de cabeza tras un preciso centro de Baena desde la derecha cuando corría el minuto 16. En un cuarto de hora nada más se podía apreciar la enorme superioridad local sobre un adversario timorato, sin precisión e incapaz de pasar del centro del campo con el balón en los pies. Bernardo, en el 40, plasmaba en el marcador la superioridad del Girona con un remate de cabeza a saque de córner que tocó el palo, la espalda de Germán y acabó dentro, como verificó el VAR.
El portero del bloque insular iba a ser protagonista también en el tercer tanto de los de casa. Un mal centro suyo fue a para a los pies de Bustos, mal negocio, quien elevó con clase el cuero sobre el meta para dibujar una parábola perfecta a la malla en el descuento de la primera parte, en la que el Girona lo bordó para descoser a un rival más bisoño que nunca desde que se estrenó en la categoría de plata del fútbol español.
Mucho tenía que corregir, cambiar y mejorar el Ibiza tras la reanudación para enmendar el desaguisado o lavar la imagen distorsionada que había ofrecido. Pero nada más lejos de la realidad. Siguió igual de mal y, de hecho, en el minuto 53 encajó el cuarto, obra de Baena, de tiro ajustado al palo derecho de Germán tras otro error en la salida de balón.
Después llegó el momento del Ibiza, que por unos instantes creyó en la posibilidad de remontar el vuelo con un tanto de Goldar de córner, el sexto que marca el central en lo que va de temporada, y otro al poco que le anuló el VAR. Y de lo que podía haber sido el 4-2 se pasó al 5-1 habida cuenta de un penalti convertido por Stuani en el minuto 69 y que dejó definitivamente planchado al Ibiza, que en el segundo tiempo por lo menos compareció sobre el rectángulo de juego, cosa que no había hecho antes.
Victoria clara y contundente, en síntesis, de un Girona muy superior a una UD Ibiza que en la primera parte jugó los peores minutos desde su llegada al fútbol profesional, lo que frena la euforia de poder pensar en alcanzar la zona de ‘play-off’.
noudiari
Comenta esta noticia
Los comentarios están desactivados temporalmente. En breve estarán disponibles de nuevo.